2. Capítulo.

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Limón.

Lucas.

Esta tarde había sido bastante, que digo bastante, había sido demasiado agotadora; luego de terminar las dos horas de química en la escuela, Max, mi mejor amigo, bueno, uno de mis mejores amigos, me había invitado a jugar cartas con algunos amigos de su curso, pero me había negado rotundamente, puesto que tenía varios deberes por cumplir; uno de ellos, la tarea de química.

Salí de la escuela a paso lento, de mi mochila saqué el par de audífonos y puse estos en mis oídos, al azar busqué alguna canción para el camino a la parada del metro, al final me quedé con "I miss you" de Grey.

Luego de caminar un buen rato, sintiendo como la brisa de la tarde despeinaba mi cabello; decidí sacar del bolsillo de mi chaqueta, un limón, sí, amo los limones, amo su sabor ácido y cítrico, amo la sensación de éste contra mi paladar, me relaja muchísimo; cuando estoy estresado suelo comer uno, ayuda a mejorar mi estado de ánimo. Además mi tía, siempre que voy a su casa, tiene preparado pastel de limón y vanilla; realmente estoy obsesionado con éste desde que tengo memoria.
Mordí suavemente la cáscara de éste y la lancé a un cesto de basura, para luego empezar a saborear el delicioso jugo que salía del fruto.

Pasaron alrededor de veinte minutos, cuando al fin logré ver la parada del metro, aceleré mi paso, al llegar allí, me senté con cuidado en la banca, pues había un chico concentrado en su música, no quería molestar; seguí saboreando lo poco que quedaba el limón, mientras mi pie derecho se movía al ritmo de la canción que sonaba a través de los audífonos.
Tomé mi teléfono y le envíe un mensaje a Max, pues me había dicho que le avisara cuando estuviera apunto de tomar el metro, para evitar preocupaciones tontas, palabras de él; en su juego de cartas; guardé nuevamente el aparato en mi mochila; estaba dispuesto a seguir con el limón, cuando siento una mirada en mi rostro, decido girar éste y me encuentro con el chico castaño observándome fijamente; su cabello brilla en las puntas debido a los rayos del sol, el cual está apunto de esconderse, éste también le da un pequeño brillo a sus ojos, los cuales los hacen ver más cristalinos e iluminados; frunzo mi ceño y aparto la mirada rápidamente, jamás lo había visto.

Eliott.

Estaba bastante avergonzado debido a lo ocurrido anteriormente, seguro dí una mala impresión; pero es que verlo a él aquí, a mi lado, a unos pocos centímetros de distancia y con un limón en sus labios... ¿un limón?
Salí de mi trance segundos después, acomodé mi chaqueta y me quité los audífonos; el contrario seguía masticando el limón; bueno, esto es un poco extraño, es decir, sé que hay personas que son amantes del limón y todo eso, pero el hecho de que lo coma sin hacer ningún gesto de desagrado, su mandíbula se mueve lentamente con cada mordida que le da al fruto, sus ojos están más azules y brillosos de lo normal, joder, éste niño es un ángel.

—Disculpa, ¿tengo algo en mi rostro?— dice él con sus mejillas un poco rojas, seguro es por el sol.

Nuevamente la vergüenza me consume, ¿acaso no puedo estar un jodido minuto sin verlo? Seguro piensa que soy un idiota o algo así.
Pienso una excusa rápida, cualquier cosa que se venga a mi mente para salvarme de este momento.

—Es solo que tienes unas cejas lindas.— Digo en un susurro mientras mi ceño se frunce lentamente al darme cuenta de lo que dije. —Ya sabes, tienen una linda forma.— Traté de enmendar un poco, pero seguro terminé empeorándolo, debo tomar unas clases para aprender a disimular.

Una carcajada interrumpe mis pensamientos, giro mi rostro por segunda vez y lo miro; nuevamente esa felicidad irradia en él, nuevamente tengo el placer de verlo reír, no me cansaría de hacerlo; sin pensarlo también empiezo a reír con él, nuestras risas se mezclan por unos minutos, mi corazón se siente feliz al verlo tratando de recuperar el aire.

—Nunca me habían dicho que tenía cejas lindas, supongo que es un buen cumplido, bastante original por cierto. — dice aún conservando una sonrisa, mientras su pequeña mano va hasta su desordenado cabello y trata de acomodarlo,  pero éste cae nuevamente en su frente.

Definitivamente podría quedarme observándolo, cada uno de sus gestos son realmente suaves y delicados, su risa es un sonido tierno y alegre, al igual que sus ojos, los cuales siempre tienen un brillo de felicidad; él es una obra de arte, la cual estoy dispuesto a admirar.

❱❱❱

les presento el segundo capítulo, ah. espero que les guste. no olviden votar y comentar.

¿vieron el clip de hoy? dios, quiero abrazar y proteger a lucas, solo merece felicidad. espero que las cosas mejoren entre ambos.

The sky in your eyes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora