5. Capítulo.

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Humo y sonrisas.

Eliott caminaba rápidamente, pues como de costumbre llegaba tarde; después de convencer al celador del instintuto de que lo dejara entrar, mientras prometía no llegar tarde de nuevo, una gran mentira, ya que todos los días llegaba algunos minutos más tarde que el anterior.

Al final decidió no entrar a su clase de matemáticas, por lo cual empezó a caminar lentamente por los pasillos del lugar, admirando las paredes, a las cuales les faltaba un toque de pintura. Caminó hasta los baños; al llegar a estos simplemente tomó un poco de agua del grifo en sus manos y humedeció su rostro.

Luego de caminar por todo el instituto, al no tener otra cosa que hacer, pensó que podría fumar un cigarro, no se consideraba dependiente de éste, pero no podía negar que lo relajaba un poco en momentos de aburrimiento, como estos.

Corrió hasta el gimnasio del establecimiento, pues tan temprano no habría ninguna aula tomando dicha clase, por lo tanto estaba vacío, se suponía.

Abrió la puerta con sumo cuidado, ya que podría estar algunas de las aseadoras, pero en lugar de eso, se encontró con un Lucas  sentado en las gradas.

Sonrió y acomodó su mochila en su hombro.

Él estaba allí, con los audífonos en sus oídos y el característico limón entre sus manos.

Se acercó al contrario hasta sentarse a su lado, trató de disimular su sonrisa y el estúpido brillo en sus ojos.

Pero no pudo.

Lucas por su parte, solo sonrió al verlo y quitó sus audífonos para luego guardarlos en uno de sus bolsillos.

—¿Escapando de clases?—preguntó el más pequeño; Eliott no se explicaba como es que estaba tan tranquilo, ya que él estaba muriendo de nervios; seguro porque era el único con un sentimiento diferente.

—Algo así, no es que me agrade mucho los números.— respondió mientras respiraba hondo para tratar de calmar sus tontos nervios.

—Bueno, a mí si me gustan.— dijo dándole una nueva mordida al cítrico que sostenía en sus manos.

Eliott tomó un cigarro al igual que un encendedor de su mochila.

La expresión de Lucas era un poema.

Eliott rió.

—¿Viste un fantasma? —cuestionó divertido encendiendo el pequeño objeto, para luego darle una calada.

—Eso no está permitido aquí.— murmuró señalando el letrero de "prohibido fumar"  pegado a la puerta del gimnasio.

Lucas no se caracterizaba por romper las reglas, odiaba eso, las reglas se hicieron para cumplirlas.

Hasta ahora.

—Muchas de las cosas que tenemos ahora no existirían si las reglas se hubiesen seguido al pie de la letra.—  le guiñó un ojo y dio una calada más.

Lucas rodó sus ojos sin poder ocultar una pequeña sonrisa que amenazaba con salir.

—Chico rebelde, eh. — levantó ambas cejas, ya que le era imposible alzar solo una, envidiaba a las personas que lo hacían.

—Para nada, solo no estoy de acuerdo con algunas reglas. — respondió ofrenciéndole el cigarro.

Lucas negó sin borrar su pequeña sonrisa, estaba tentado.

Pero no.

— Si te llegan a descubrir, te meterás en un problema.— suspiró tirando el resto del limón al cesto de la basura que estaba debajo de las gradas.

Eliott soltó el humo lentamente, haciendo algunas figuras con éste; estiró nuevamente el cigarro en dirección al oji azul, quería ver hasta donde llegaba su autocontrol.

—Es relajante, bueno, para mí. Además, siempre hay una primera vez para todo, Lucas. — sonaba tan bien su nombre en sus labios.

El contrario solo negó mientras sonreía y tomó el pequeño artefacto, suspiró tratando de relajarse.

—Si muero ahogado, te culparán a ti por ser mala influencia.— amenazó en un intento de sonar serio.

Claramente falló.

—No te ahogarás; espero. — rió al ver la expresión del contrario y dejó un suave golpe en el hombro del castaño.— solo tienes que relajarte, todo saldrá bien.

Era pésimo explicando.

Lucas hizo lo que el más alto le había dicho, se relajó y llevó el cigarro a sus labios, dándole así una pequeña calada; el humo invadió sus pulmones, era una sensación extraña, pero le gustaba.

Eliott solo lo miraba con la típica sonrisa en su rostro. Definitivamente había tomado una muy buena decisión al saltar su clase.

Alguien abrió la puerta, era el director Jones con una expresión bastante molesta en su rostro. Estaban en problemas.

Bueno, ya no la veía como una buena decisión .

Después de unas explicaciones, bastante estúpidas por parte de un asustado Lucas, tales como; era parte de un experimento de química, o la mejor de todas, queríamos observar cuanto duraba el humo en desaparecer.

Obviamente el director no creyó ninguna.

Eliott solo trataba de no reír, ya que el castaño se veía bastante asustado por romper una de las reglas del establecimiento.

El señor Jones, solo negó, cansado de escuchar aquellos tontos pretextos; les dijo que los esperaba en la última hora en la sala de detención, pues habían cometido una falta gravísima y debía tomar medidas en el asunto.

Lucas observó a Eliott, el cual tenía esa sonrisa desvergonzada en su rostro; el oji azul entrecerró sus ojos y salió del lugar.

Era la primera vez que rompía una regla tan importante como esa, pero se sintió bien, se sintió libre por un momento. Lo haría de nuevo.

Sin duda.

•••

chicos, perdón por actualizar hasta ahora, pero he estado bastante ocupada.

Además con lo que pasó con Louis y su familia, no tenía inspiración.

Por cierto, ¿han visto los clips?; yo me estoy muriendo, son tan hermosos.

Espero les haya gustado, no olviden comentar, amo leerlos.

The sky in your eyes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora