Ok, es hora de levantarse y a duras penas tengo que irme YA. Además no puede ser que a la segunda semana de universidad ya me rinda.
Me levanté y me vestí, me puse unos jeans y un top negro. Tome mí celular y mí mochila y salí de la casa, pasé por la cafetería y me tomé un café y comí una dona.
Me subí a un taxi que me llevaría a la universidad, tenía la impresión de que todo iba más lento. Al lado mío iba un chico muy guapo, con el cabello hacia el lado y una chaqueta muy linda, me miró y me sonrió, pude sentir como me sonrojaba, sin embargo yo también le sonreí.
Lo que yo pensaba que era totalmente lento, todo comenzó a ir tan rápido, fue todo tan rápido que simplemente los carros provocaban terror a la gente que iba pasando por las calles. Yo también siento un poco de miedo al pensar que hasta podría chocar el conductor.
El chico del lado parece no darle mucha importancia, pensé en un momento que hubiese sido mejor venir caminando y no con este trayecto, aunque caminado me podría haber pasado también cualquier cosa.
Cuando íbamos de lo mejor, el chófer freno de golpe y un chirrido estremeció a todos, el auto dio una vuelta de 180°. ¿Que podría ir peor? Nada, pues como todo el que mira debajo de las piedras entiende que pasó conmigo y con los demás pasajeros y hasta con el conductor.
No, no quede herida, no se que le haya pasado a los demás ni al chico guapo. Pero yo sí sé que pasó conmigo, por qué ahora solo quedan los recuerdos.
Es ahora cuando empieza mí "otra vida" a la que todos llaman.
