Capítulo 22.

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Perrie

Los ojos de Zayn brillaban expectantes. La incredulidad podría hacerse notoria en mí de no ser porque intentaba mostrarme tranquila y para nada sorprendida.

Una respuesta inmediata sería el sí, porque no había duda de que quería a Zayn de esa forma, lo quería para mí, quería ser ya una pareja oficial. Sin embargo, mi lengua parecía atascada, y mi garganta cerrada.

Una parte de mí aún seguía atrapada en aquel lugar frío y oscuro en mi interior llamado: miedo. No importaba cuanto conociera a Zayn, una parte de mí no se sentía capaz de confiar en él de esa forma sin tomar en cuenta cuantas veces Zayn hubiese demostrado que me quería.

La sonrisa de Zayn se fue esfumando con lentitud y podía notar la tristeza brillar en ellos. Así que me obligué hablar pero de mi garganta salió un sonido muy extraño.

Zayn me miró con confusión, y sonrió de lado. Joder, ¿por qué me era tan difícil hablar?

- Yo entendería que tú no...

Un golpe sordo interrumpió a Zayn y me sentí levemente agradecida porque explicar después que sí quería pero no me sentía lista, sería un tanto vergonzoso.

- Harry, mételo más -gruñó Louis en la habitación de a lado, demasiado fuerte.

Miré a Zayn y él alzó ambas cejas con sorpresa.

- Ya no entra, Louis, está muy grande -exclamó Harry.

Me mordí el labio intentando no reírme. Quería que mi mente se mantuviera pura y limpia pero esos dos me hacían recordar aquella tarde que los había encontrado de una forma demasiado... sucia. Quedé mal durante mucho tiempo, no daré detalles.

- Sí entra, no está tan grande -bufó Louis- Sólo pon un poco más de fuerza, empuja duro.

Zayn se levantó de la cama y caminó en dirección a la puerta. Me levanté con curiosidad y lo seguí. Ambos salimos sigilosos de la habitación, aunque realmente no sé si quería averiguar qué sucedía con exactitud.

- Deja la saco para que mires lo larga que está -dijo Harry enfadado.

Abrí mucho los ojos. Dios, estos hombres hormonales que no podían controlarse en mi propia casa.

Zayn se arrodilló en el suelo y se fue acercando gateando hacia la habitación de donde provenían semejantes gritos y donde la puerta estaba entreabierta. Yo me acerqué de puntillas y me paré detrás de él recargándome levemente en su espalda.

Volteó a verme y sonrió divertido para después los dos asomarnos con lentitud por la puerta.

Harry estaba agachado y empujaba con fuerza una caja de cartón. Louis estaba detrás de él con ambas manos en su cintura y mirando a su novio con seriedad. Ambos tenían la ropa puesta, así que mi mente sucia sólo se había imaginado cosas.

Me tambaleé hacia delante y cuando menos me di cuenta, ya caía sobre Zayn abriendo la puerta. Louis y Harry nos miraron extrañados y Zayn soltaba leves gemidos mientras reía.

Sentí el color rojo apoderarse de mis mejillas mientras me tiraba junto a Zayn. Él se tumbó boca arriba y después me miró riendo.

- No le haces de espía -rió.

Le solté un golpe en el pecho y reí junto con él mientras que me rodeaba de la cintura y tiraba de mí para que ambos quedásemos juntos. Depositó un beso en mi frente y yo sonreí.

Me gustaba esa facilidad que Zayn poseía para envolvernos a él y a mí en un universo donde sólo estábamos los dos. Era así como le sentía ahora. Ahora y siempre que estaba con él.

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