Capítulo 8.

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Cubrí mi rostro con las sábanas y rodé sobre la cama para evitar que el sol me diese en el rostro.

Me sentía increíblemente cansada, podía sentir como cada músculo de mi cuerpo se encontraba relajado y al mismo tiempo sentía pequeños piquetes haciendo que doliera un poco.

Podía recordar la noche anterior; no había sido simple sexo, no había sido como yo había imaginado que sería, simplemente Zayn no pudo ser más tierno porque realmente no se lo permití.

Las manos de Zayn me habían recorrido de arriba hacia abajo repetidas veces, su tacto había sido delicado y dulce. Con sus labios había recorrido desde mis labios, para después pasar por mi cuello, y de ahí ir dejando un caminito de besos hasta llegar a mi vientre. Y al final, cada embestida de Zayn había sido lenta y suave, mientras que cada segundo me miraba preocupado esperando no haber sido tan duro.

Si tan solo supiera que me gusta rudo... [A/N JAJAJAJA lo siento, soy idiota]

Seguía sintiendo el sol sobre mi espalda mientras los recuerdos de la noche anterior se hacían presentes.

Mantenía los ojos cerrados, realmente no me quería levantar pero tenía qué. Habíamos quedado de ir a desayunar con los chicos y yo jamás dejaba plantado a nadie.

-Zayn...-siseé para después aclararme la garganta.

Abrí los ojos y noté que mi cama estaba vacía. Ahí, sobre la almohada en la que había dormido Zayn, seguía el hueco de él, sin embargo, ahora las sábanas estaban frías dándome a entender que no se había levantado hace poco.

Me senté sobre la cama y, después de tomar una almohada y pegarla a mi rostro, solté un grito de frustración.

¿En verdad se había ido? Creí que al menos sería lindo y se esperaría para largarse. Vaya error al creer que Zayn era diferente.

Salí de la cama con mucha pesadez, aunque Zayn había sido relativamente cuidadoso, había llegado el punto en que ni a él ni a mí nos importó el bienestar del otro, así que mis piernas en especial dolían.

Caminé por mi habitación desnuda y luego me metí al baño para darme una ducha. Todo lo hice con lentitud, realmente no tenía prisa.

Después de salir de la ducha, me vestí de la manera más casual del mundo, era fin de semana y no tenía por qué vestirme de manera tan sofisticada como usualmente lo hago. Así que, decidí llevar sólo unos jeans y una blusa blanca con unas zapatillas a juego. No más.

Terminé de cepillar mi cabello y decidí bajar para avisarle a Julia que no preparara desayuno para mí, aunque creo que era demasiado tarde porque ya se escuchaba demasiado ajetreo en la cocina.

Bajé las escaleras de mala gana mientras me preguntaba por qué Zayn se había ido así, sin siquiera esperar a que amaneciera.

-¡Te lo juro! Dios, jamás gritó tanto...-escuché a Julia reír.

Fruncí el ceño.

-Pobre de ti, tener que aguantarlos-ese era Harry.

Una sonora carcajada se escuchó por toda la casa. Ese era Louis.

-Oh, ¡miren! Zayn es un tomate-rió Louis con más fuerza.

Me detuve justo afuera de la puerta de la cocina. Louis, Harry y Zayn estaban aquí. ¿Qué mierda?

-Y Zayn... ¿Sí es tan buena como dicen?-preguntó Harry conteniendo la risa.

Empujé la puerta de la cocina con fuerza atrayendo la mirada de los cuatro. Zayn era un tomate, en verdad que sí, y los otros tres simplemente se mordían el labio inferior conteniendo la risa.

MMM YEAH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora