Capítulo 21.

2.9K 215 39
                                    

Perrie

Miraba prácticamente a la nada. Había despertado minutos atrás y mi mente sólo podía repetir lo que Zayn y yo habíamos hecho horas antes.

No entendía cómo ni cuándo Zayn había tirado todas esas barreras que me había formado para no permitirme ninguna relación amorosa, seria. Porque Zayn lo había conseguido, él había conseguido hacerme bajar las defensas y sucumbir a sus encantos.

Podía recordar con claridad el día en que lo había conocido. Era cómo sí hubiese pasado hace dos días y no medio año. Yo me había recordado, como las veces anteriores con otros chicos, no involucrar sentimientos en mi cometido de seducir a semejante hombre. Sin embargo, Zayn lo logró.

- No, tú -dije señalando a una de las modelos- Te quiero por allá.

Ella asintió y volví a concentrarme en la cámara que sostenía Stephen. Me mordí el labio inferior y negué con la cabeza.

- ¿Hay algo que no...

- Necesito algo más -musité- Busca algo más juvenil, algo con clase, algo...

- Perrie -me interrumpió Julia entrando al estudio- El aspirante al puesto de secretario llegó para su entrevista.

¿Eso significa que es un chico? La miré con curiosidad y asentí indicándole que me diera un segundo y me giré hacia Stephen.

- Busca a la chica perfecta para esto, ¿vale? Vengo en un rato, tengo un pendiente -sonreí.

- Claro, preciosa, ahorita mismo conseguimos a la nueva imagen -me sonrió y después me volteé hacia Julia.

Las dos salimos de la habitación camino hacia los ascensores. Julia presionó el botón del ascensor y me miró fijamente.

- No me agrada tener que ser yo tu secretaria, asistente o lo que quiera que sea -se quejó haciendo pucheros.

Solté una leve risita y me subí al ascensor seguida de ella.

Desde que Emily había renunciado, Julia había venido a suplirla temporalmente, y en verdad sé lo agradecía con el alma porque aún no encontraba a la persona adecuada para el puesto.

La miré con curiosidad recordando sus palabras.

- Tranquila, algo me dice que hoy es tu último día -me miró confundida y sonreí inocentemente- ¿Dices que es un chico?

Ella enseguida me miró con desaprobación y rió.

- Perrie Edwards, te conozco desde que naciste -negó con la cabeza y sonrió levemente- Eres un poquitín cínica, ¿no crees?

Me encogí de hombros y me limité a mirar las puertas del ascensor para que se abrieran. Me mordí el labio conteniendo una risita, sabía que aveces era un tanto cínica y eso realmente no me importaba.

Las puertas del ascensor se abrieron y al salir de ahí seguida de Julia, me exalté un poco al notar como un chico se levantaba de un salto de su asiento y me miraba con cierta timidez.

Me quedaba claro que había sido "niña buena" los últimos meses porque los dioses me habían bendecido con un chico demasiado atractivo como aspirante al puesto de mi nuevo secretario. No lo negaré, me parecía un poco extraño que fuese un hombre dado el hecho de que son las mujeres quiénes usualmente ocupan el puesto.

Observé con cuidado al chico, lo recorrí de cabeza a pies intentando no pasar por alto algún detalle.

Sus ojos eran su más grande atractivo seguido de sus labios, y es que sus ojos eran profundos y te daban la sensación de que él era la persona más sincera con la que te podrías topar, eso era un gran inicio pues me daba algo de confianza. Sus labios eran la cosa más deseable, moriría por probarlos en algún momento, dejarlos rojos y morderlos hasta hincharlos un poco.

MMM YEAH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora