Evan está tocando la puerta, y si ve a Leander aquí se irá, pero tengo que hablar con él.
—Leander, sube al segundo piso y no dejes que te vea, tengo que hablar con él— le dije en voz baja para que Evan no nos escuche.
—De acuerdo, trata de convencerlo de que te escuche, pero si se pone difícil entonces voy a interferir— dijo Leander en el mismo tono y luego subió las escaleras con cuidado de no hacer mucho ruido.
Mientras abría la puerta se me ocurrió algo.
—Hola Evan, que bueno que viniste, prepararé té— entre a la cocina sin decir nada más, tome las cosas para el té y mire de reojo a la puerta.
Como supuse Evan no pudo entrar porque no le di permiso, se quedó parado en la puerta, se ve nervioso ante la situación.
—¿Pasa algo Evan?— le pregunte fingiendo ignorancia.
—Creo que deberíamos hablar afuera, es un bonito día para estar adentro, que tal si vamos al lago y...
—No, mejor aquí en la sala, anda entra de una vez— ahora que comprobé todo lo que acabo de escuchar es momento de poner las cartas sobre la mesa.
Evan entro y se sentó en el sofá, una vez que el té estuvo listo lo lleve a la mesita de centro y me senté frente a él.
—Evan tenemos que hablar sobre un tema muy... delicado— no sé cómo empezar con esto.
—¿Delicado? ¿S-sobre qué?— se notó que empezó a ponerse nervioso de nuevo.
—Bueno, ya no hay tiempo que perder, seré directa, es sobre el tema de la bestia—dije firme
—¿Qué pasa? ¿Te ha hecho daño?—actúa como si no supiera de lo que hablo realmente, luego tomo la taza de té y bebió.
—No, es solo que ya conozco la verdad
Su expresión cambio mucho, de estar nervioso parecía molesto o ansioso, no tengo idea de lo que está pensando.
—¿Evan estas bien?— él me miro, y dejo de nuevo la taza en su lugar, pero sonó muy fuerte cuando la puso sobre la mesa, creo que está molesto.
—Exactamente, ¿A qué te refieres con la verdad?—está comenzando a apretar sus manos en forma de puño.
Sentí escalofrió de verlo así, me siento amenazada, siento que si le digo algo más me saltara encima y me golpeara, quisiera llamar a Leander pero aun no es el momento adecuado, debo seguir yo.
—Me refiero a todo, yo sé por qué está pasando esto, sé cuál es su origen, y sé que Leander no es la bestia, eres tú
Cuando dije esto, Evan miro al suelo, note que sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, y sus manos a relajarse.
—¿Fue Leander quien te dijo todo? o ¿Cómo lo supiste?
—Eso no es importante, solo quiero saber qué es lo que está pasando contigo
—¿Conmigo? A mí no me pasa nada, yo tengo las cosas bajo control— sus lágrimas empezaron a brotar, mi corazón se partió y no sé si seguir con esto.
—Evan quiero ayudarte, quiero saber porque...
—¡¿Por qué mate a la abuela?!—se alteró mucho se puso de pie y de nuevo su expresión fue tensa e imponente —¡¿Eso es lo que quieres saber?! ¡Pues te diré que me convertí en un maldito asesino!—Cuando dijo eso no pude evitar llorar, no entiendo porque dice esas cosas, me duele escuchar eso.
—Evan—me puse de pie y trate de limpiar mis lágrimas.
—Olvídalo, tengo que irme— camino hacia la puerta.
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La Bestia
FantasyAileen es una chica que está por cumplir 18 años, proviene de una familia rota, sus padres están separados y quieren que ella elija vivir con uno de ellos, sin embargo Aileen tiene otros planes, ella quiere vivir con su abuela en el bosque, ese luga...