CAPÍTULO 21

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—¡¿Tú?!— me quede sorprendida, asustada y confundida, de verdad no esperaba ver a Evan aquí.

—Hola Aileen— solo eso dijo, luego se acercó a mí.

—Tenemos que hablar, pero en privado— dijo muy serio

Ya sé lo que quiere, seguramente quiere llevarme a otro lugar para que nadie vea cuando me mate, tal vez sea exagerado pero no estoy segura.

—Si quieren vayan afuera, pero donde pueda verlos— dijo Miranda, pues sabe que no puede perderme de vista.

—Sí, hablemos aquí afuera, para que Miranda nos vea por la ventana— Tengo que decirlo por si intenta algo.

—Por mi está bien— dijo tranquilamente

Salimos de la casa y nos paramos algo retirado de la puerta, lo suficiente como para que Miranda no nos escuché, pero no tanto como para que nos pierda de vista.

—¿Y bien? Si supuestamente quieres hablar conmigo entonces habla, aunque seguramente vienes a matarme ¿o primero me vas a torturar?— Trato de demostrar algo de valentía, pero por dentro siento miedo, mis manos sudan y casi puedo sentir como mis piernas tiemblan.

Él no dice nada, solo se queda mirando y luego sin previo aviso se arrodilló y agacho la cabeza, no entiendo lo que pasa, y luego sin siquiera mirarme hablo.

—He venido a pedirte perdón— dijo.

Me parece extraño que se haya arrodillado, supongo que pensó que así sería más sincero o algo así, pero para mí no funciona del todo, después de ver cómo me trató y todo lo que dijo aquel día, no me convence, pero después de todo esto es mi culpa.

Lo tome del brazo y lo levante del suelo.

—No tienes por qué hacer eso, ahora sé que estas arrepentido, pero no me convences por una razón—le dije

—¿Cuál?—pregunto

—Aquel día estabas tan molesto que me amenazaste, y el cambiar de ideales en tan pocos días me parece muy extraño—aunque ahora lo veo más tranquilo

—Lo sé, pero paso algo que me hizo cambiar, pero antes de contarte el resto quiero que me perdones, por haberte amenazado y haberte echado la culpa, la cual no tienes, por haberte hablado así aquel día y portarme tan idiota, lo siento tanto y sobre todo—hizo una pausa, como si le costara hablar—Por haber matado a tu abuela, aquel día que paso... eso, yo no pude controlarme, la bestia se apodera de mí, y yo no puedo hacer nada, nada más que pedir tu perdón— dijo mirando el suelo mientras sus lágrimas resbalan por sus mejillas.

Su dolor y arrepentimiento es más que visible ahora, incluso puedo sentirlo, y ya no quiero que se sienta así, aunque quiero saber lo que paso aquella ocasión, tengo evitar preguntar en este momento, ahora tengo que hacer que Evan se sienta mejor, no importa lo que hizo, después de todo él también es una víctima de este terrible maleficio.

—Ya no hables más de eso, si yo puedo olvidarlo tú también puedes, idiota— le di un abrazo, el cual fue correspondido, me alegra que ahora estemos bien

—Gracias Aileen— dijo apretándome fuerte, luego nos soltamos

—Ahora dime, ¿Por qué me mandaste esas notas tan amenazantes?—no me parecieron la mejor idea

—No pretendía que las tomaras de esa forma, y no puse nombre porque si sabias que era yo seguramente me evitarías, ya sabes por lo que paso antes—tiene razón

—Bueno la verdad es que también había pensado que Leander las envió, pero no estaba segura—su rostro cambio en cuanto mencione a Leander

—Sobre Leander, hay algo que tengo que decirte, de hecho también vine por eso—dijo nervioso

La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora