CAPÍTULO 34

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—¡Leander!—de un memento a otro Leander desapareció de la superficie, solo podemos ver como el agua se agita.

En cuanto reaccione corrí hacia el lago para buscarlo, mi corazón se aceleró de la preocupación, pero antes de que yo pudiera llegar a la orilla Evan se adelantó y dio un salto al agua, se sumergió para buscarlo, me quede sola y preocupada en la superficie, mi mete esta tan alterada, no puedo pensar en una solución rápida, estoy tan nerviosa que no sé qué hacer, ¿Debería entrar también para ayudarlos?, no, sólo complicaría más las cosas, tengo que pensar en hacer algo desde aquí.

Solo camino en la orilla de un lado a otro tratando de pensar en algo para sacarlos, pero mi mente están tan preocupada y asustada que no me deja pensar claramente, si no actuó rápido ambos se ahogaran, el sonido del agua agitándose desde el fondo solo me altera porque no se puede observar lo que está pasando, no puedo ver más allá de la superficie agitada.

De pronto Evan salió a tomar aire, volvió a llenar sus pulmones para volver a entrar.

—¡Evan! ¿Dónde está Leander?— le pregunte muy asustada.

Pero no me contesto y se sumergió de nuevo, vamos Aileen ¡Piensa, tienes que hacer algo! Y al fin se me ocurrió algo ¡Ya sé!

—El río fluyente y el mar tempestuoso...— me arrodille en el suelo y empecé a dibujar otro símbolo, esta vez a la orilla del lago, en esa parte la tierra está húmeda, mis manos se llenan de lodo, pero no dejo de trazar la figura, es algo parecido a una letra "m" muy ondulada, mientras lo dibujo y digo el hechizo volteo hacia el lago con la esperanza de ver a ambos chicos salir, pero no, tengo que hacer esto rápido antes de que sea demasiado tarde, y de pronto sale Evan de nuevo.

No puedo hablarle pues tengo que seguir con el conjuro, pero igual él me ignora y se vuelve a sumergir, si Evan ha salido dos veces a tomar aire... ¡Leander se va a ahogar! Si no es que ya lo está, ¡No! No pienses en eso y mejor apúrate Aileen.

Empecé a dibujar aún más rápido, y al fin llego a la parte final del hechizo.

—Cuatro elementos controlar con tan solo mi mano mover, de invocar a uno tengo el poder... Agua

Rápidamente me puse de pie y con ambas manos empecé a agitar el lago, muevo mis brazos al unísono de izquierda a derecha, provocando que el agua también se mueva en esa dirección, ahora que lo controlo debo hacer algo para sacarlos de ahí, y simplemente se me ocurre levantar los brazos, los estire por completo y al hacerlo toda el agua se levanta como si fuera un muro que llega más alto que la copa de los árboles, dejando el hueco del lago vacio, se pueden ver algunas rocas y peces que saltan tratando de encontrar agua, lo siento por ellos pero pronto se las devolveré, algunas gotas caen y salpican, ahora puedo ver lo que está pasando, puedo verlos a los tres a Evan, Leander y la bruja, ella sujeta a Leander de las piernas mientras Evan lo jala del torso, pero Leander no está luchando, sus ojos están cerrados, ¡¿Murió?!, de solo pensarlo mi corazón late tan fuerte y mis ojos se inundan de lágrimas, debo hacer algo quizá aún no es tan tarde, ¿Pero qué?, miro a mi alrededor pensando en que hacer, y solo veo el hacha de Leander tirada en el piso y cubierta de lodo, pero no puedo tomarla, y mucho menos lanzarla contra ella, están como a cinco metros de altura y no lo lograría.

Evan trata de patear a la bruja para que lo suelte, tira varias patadas y logra darle a la bruja, haciendo que ella lo suelte, en ese momento supe exactamente qué hacer, deje mi brazo derecho estirado para que el agua siga así de desplegada, y con mi brazo izquierdo forme una burbuja de agua en la que están Evan y Leander, los separe del resto del agua y los puse sobre la tierra, la burbuja exploto y ambos quedaron libres, la bruja quedo atrapada, yo baje mi brazo haciendo que el agua caiga de nuevo en su lugar, antes de que algo pasara me puse de nuevo el collar y fui por el hacha para protegernos, apenas la tome la bruja salto de nuevo del agua y trato de atraparme, pero esta vez pude evitarlo dándole con el hacha en el rostro, de nuevo empezó a hundirse, pero antes quite el arma de su cara y me aleje mientras ella se hunde.

La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora