11.

499 34 6
                                    

-Bueno...-Miriam suspiraba con mi móvil en la mano -Sales completamente tapada y sólo se ve la espalda. Sin la etiqueta, podría ser cualquiera. Mimi lo tiene peor-.

-Todo el mundo sabe como es Mimi, no hay ninguna sorpresa con esto- resoplé y me dejé caer en su cama -¿Cómo he podido dejar que pasase? Soy tontísima- me tapé la cara con su almohada.

-Oye...- mi hermana se levantó y se acercó a mi -Anita, un poco tonta si que eres pero lo arreglaremos. Y dame la almohada -me quitó la almohada de las manos -Vamos, levanta -se puso en frente y tiró de mis manos para que me incorporara. 

-Sé que sólo estás siendo amable porque he hecho un sextape y te sientes mal-.

-Es verdad que me siento mal por ti, pero Ana, no entiendo por qué no me contaste que todo esto estaba pasando en primer lugar-.

-Porque pensé que me odiarías-.

-Nunca te odiaría, me puedo enfadar mucho contigo pero nunca odiarte. Pero al oír a Mimi pensé que estabas intentando salir con Roi ahora-mi hermana se miraba las manos.

-Miriam, ¿cómo puedes pensar que te haría algo así? Eres mi hermana-.

-Ni si quiera me llamabas por skype, ¿qué quieres que piense?- en eso tenía razón, miré al suelo sintiéndome un poco culpable.

-No te llamaba por skype porque estaba mintiendo a todos, y no podía mentirte a ti- mi voz se rompió un poco al final. 

Miriam sonrió un poco -Empecé a pensar que ya no me necesitabas más-.

Me reí -¿Bromeas? Mira qué ha pasado cuando te has ido. Tengo un sextape en el que ni si quiera había sexo-.

Miriam se rió también -Ven aquí- sus brazos me rodearon en un cariñoso abrazo. La había echado tanto de menos. Alcé la mirada sin esperarme ver a Aitana parada en el marco de la puerta.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí?- nos separamos del abrazo mirando a Aitana.

-No mucho...Mucho- Miriam se rió negando la cabeza y abrió los brazos para que viniera también.

-Hagamos un pacto. No más secreto entre las chicas Guerra-.

-Pero...yo tengo un secreto también...- vimos como Aitana agachaba la cabeza y suspiraba -Las cartas las envié yo-.

¿QUÉ?

Miriam en seguida me miró y yo no moví ni un músculo.

Hablé con toda la tranquilidad del mundo -Te voy a matar-.

Aitana abrió mucho los ojos y se levantó de la cama de un salto, saliendo por la puerta corriendo. Rápidamente salí corriendo detrás de ella bajo los gritos de Miriam como: "¡Es una niña!".

 Aitana seguía corriendo hasta que nos quedamos con una mesa en medio, cada una en una esquina -¡Estabas muy sola! ¡Y le gustabas a Mimi! Sabía que no harías nada- yo ya tenía preparada una botella de agua para tirarle.

Volvimos a correr alrededor de la mesa mientras Miriam intentaba pararnos -¡¿Y tuviste que enviar las cinco cartas?!-.

-¡Pensé que con cinco habría más posibilidades!-.

Miriam en ese momento me agarró de los brazos y mientras Aitana salió huyendo a su habitación.

-Dame esa botella- fruncí el ceño y le tendí la botella, cruzándome los brazos nada más dársela -Mira, no lo pensó bien, pero la intención estaba en un buen lugar-.

-Su cara se va a quedar en un mal lugar- intenté pasar por su lado pero me agarró otra vez.

-Anita, antes de que asesines a nuestra hermana, ¿te puedo preguntar algo?- resoplé y asentí -Si no querías que se enviaran, ¿por qué tenían destinatario?-.

To All The...Boys?... I've Loved Before // (Warmi)Where stories live. Discover now