Brillas y brillas tan lindo
Y brillamos juntos entre pestañas
Divina, divina sonrisa
Abrazo de luna, de luna llena-
Se había llegado el día,
el día en que su mejor amiga se casaría,
el día en que definitivamente dejaría ir al amor de su vida.
La alarma sonó a las 7:00 am haciendo que el pelirrojo regresara la realidad, suspiró frustrado al recordar la fecha y el evento que tendría esa tarde. De mala gana se levantó y se dirigió al baño, tomó su cepillo de dientes y la pasta y comenzó a cepillarse, observó su reflejo en el espejo y poco a poco su mirada comenzó a cristalizarse,
se odiaba,
se odiaba porque no pudo decirle lo que sentía,
por dejarla ir.
Se abofeteó mentalmente y terminó su rutina de limpieza bucal, tomó su toalla y entró a la regadera. Al salir se cambió rápido para estar puntual en su desayuno con ella.
La chica de tez morena sonrió al ver a su amigo entrar a la cafetería, levantó su mano para llamar su atención. Joe al notarla sonrió inconscientemente.
-¡Joeee!- saludó emocionada al pelirrojo mientras lo envolvía en un suave abrazo.-Gracias por aceptar mi desayuno- sonrió
-Nunca te dejaré plantada, pequeña- depositó un tierno beso en su cabeza y se separaron para tomar sus asientos en la pequeña mesa.
-Tengo que confesarte algo- habló la pelinegra luego de haber pedido cada uno su orden- Estoy extremadamente nerviosa, y- y- no sé- soltó con voz apagada.
-Es normal que estés nerviosa el día de tu boda, cariño- Mazzello trató de reconfortarla pero cómo hacerlo cuando él estaba mucho peor que ella.
-Lo sé- suspiró- pero no sé, ya no estoy tan segura- susurró acercándose a él
-Espera ¿qué?- fue todo lo que el pelirrojo pudo pronunciar ante la confesión de su amiga.
-Creo que David me fue puso los cuernos- Joe sintió su mundo caer cuando vio a la menor con sus ojos cristalizados.
-¿Qué mierda?-
-Sí, leí unos mensajes y últimamente llega más tarde a casa-
-No, linda ¿Cómo no se te ocurrió decirme antes?- El pelirrojo se sentía indignado y muy enojado, qué tan estúpido hay que ser para hacerle algo así.
-Lo dudé mucho- pausó- pero la boda ya estaba encima y no sé-
-Nena, no seas así. No te dejes, tu eres más que todo eso y mereces más ¡No te vas a casar solo porque "ni modo"! Es tu momento de decidir si casarte con un imbécil o esperar, eres joven y hermosa y muy fácil de caer enamorado ante ti, así que piénsalo bien por favor. - La morena quedó perpleja ante las palabras de su amigo.
-Pero-
-Pero ¿qué?-
-Aún lo amo- musitó la joven y eso fue lo que hizo que Joe regresara a la tierra.
-Linda, lo qué el está haciendo no está bien y el hecho de que lo quieras no significa que dejará de hacerlo- habló serio y sin ninguna expresión en su rostro.
La morena se levantó de su siento y con pequeñas lágrimas en sus ojos habló.
-Lo pensaré, si te escribo es porque no me casaré pero si no te mando nada te espero allá a las 5:00 pm.- Joe asintió frustrado y viendo a la morena salir del lugar.