En el lago (Sasuke)
Me quede mirando, preguntándome porque de todas las cosas que pude abrasar mientras dormía, tenía que tener entre mis brazos a un pequeño zorro.
El animalito estaba pegado a mi pecho, pues mis brazos sujetaban su espalda, mientras que por lo que podía ver, el resto de su cuerpo estaba apoyado contra mis piernas. Sus.... colas....? tapaban parte del pasto. Su pelaje era anaranjado y en sus ojos parecían tener un delineado de color negro. Su pequeña nariz también negra se movía sutilmente al respirar.
Por alguna extraña razón me pareció tierno y coloque mis manos gentilmente en la cabeza del zorro, quien no pareció molestarle, contemple el panorama, no recordaba cómo es que había llegado a este lugar. Pero me parecía hermoso, el lago de aguas cristalinas rodeado por un pequeño pastizal rodeado de flores blancas silvestres y fino pasto. Desprendía un aroma fresco y limpio, totalmente relajante.
Por más que lo pensara no tenía sentido el cómo había llegado a este lugar y el único culpable que paso a mi mente no se encontraba a mi vista - ¿Dónde se metió ese dobe? –
Un intenso dolor se apodero en mi mano, mis ojos se posaron en aquel ser que momentos antes me pareció tierno y ahora quería descuartizar, el rostro placido de hace unos momentos se había torcido, dejando ver su fiereza, podía ver como en sus ojos se asomaba un color azul que estaba fijo en mi rostro. Le dedique también una mirada llena de odio y levante mi mano para golpearlo, ese zorro me había mordido la mano.
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Después de casi asesinar a ese zorro (que había perseguido por un corto tiempo), decidí "perdonarlo" por esta ocasión, después de todo era un animalito incapaz de pensar. Aunque debo de admitir que gozaba de una gran agilidad ya que se subió a la copa de un árbol cercano, poniéndose "lejos de mi alcance".
Volví a concentrarme en el lugar en donde estaba y encontré mi camisa y armadura (que a diferencia de los demás era muy delgada y liguera. Siendo muy resistente, lo cual lo hacía ideal para poder moverse), en la parte de la espalda estaba destrozada, así como mi playera. Todo estaba lleno de sangre.
Pero mi espalda estaba completamente sana, moví mis extremidades para comprobar mi estado moverme me resultaba de lo más fácil, no sentía dolor o molestia alguna. "¿Qué significa esto?" recapitule una y otra vez los sucesos de la noche anterior, era imposible que no saliera herido de la explosión, mi mente recordó a aquel rubio. La única explicación que encontraba era él, me había traído aquí y de alguna forma me había curado. No estaba seguro de cómo lo había hecho o sus motivos para ayudarme, pero no encontraba otra explicación.
Revise mis pertenencias, encontrando en la bolsa de mi roba aquella pequeña bolsa del cuero que había rescatado del fuego, dejando salir un largo suspiro aliviado de no haberla perdido. Me coloque las prendas a pesar de estar llenas de sangre me servían para protegerme aunque fuera un poco del clima fresco. Tomo mi espada colocándola en mi cinturón, dispuesto a ponerme en camino.
Mis ojos observaros la copa del árbol donde el zorro estaba refugiado. Sus ojos azules se encontraron con los míos, encontrando algo extrañamiento familiar en ellos –supongo que tú no sabes ¿Cómo llegar al reino de Konoha? – tal vez fue mi imaginación pero el animal movía la cabeza en forma afirmativa. – ¿Enserio?– lo dije mas para mí que otra cosa –¿podrías mostrarme el camino? – pues me parecía una broma muy divertida.
Para mi sorpresa el zorro bajo de la copa del árbol y me observo detenidamente, como si analizaba las opciones que tenia. Movió su cabeza a un costado y comenzó a caminar hacia bosque –debo estar loco- dije. Nunca en mi vida había pensado que dejaría que un animal me guiara y mucho menos uno que me había mordido la mano.
Una sonrisa se asomo en mis labios, pues una cosa es clara, ese pequeño animal me debía uno por la mordida que me dio. Camine detrás del animal. Paso cerca de una hora desde que empecé a seguir a aquel pequeño zorro, camine detrás de el por diferentes caminos, saltando algunos arroyos y raíces que dificultaban el paso, siempre bajando, (tal parece que el lago se encuentra en una de las cordilleras) pero a pesar de eso el animalito nunca se alejaba demasiado (aunque mantenía una distancia).
Mientras caminábamos no pude evitar notar lo peculiar de mi pequeño guía, (dejando a lado el hecho que tenia 9 colas) la forma en la que movía la cabeza, cuando se detenía a ver si continuaba tras de él, sus pequeños saltos en las raíces, lo particular de sus ojos, que en ocasiones me lanzaba miradas de advertencia cuando me acercaba demasiado a él. Era un animalito de lo más peculiar.
Cuando me di cuenta el zorro se había detenido por completo, se había colocado de lado mirándome fijamente, como queriendo impedir que avanzara. Para mi sorpresa observe como con su pata comenzó a trazar algo en la tierra. Intente acercarme para mirarlo, pero como respuesta me dedico un gruñido en advertencia.
Cuando termino retrocedió unos pasos para que yo pudiera acercarme y observar lo que había hecho. Lo que encontré fue un dibujo muy mal hecho de una persona recargada sobre un árbol con muchas z, sobra decir que un niño de 4 años hubiera hecho un trabajo mejor, pero eso era impresionante.
Volví a mirara a mi peludo guía atónito, quien ya se había recargado contra un árbol, no tenía tiempo que perder, pero cuando volví a mirar al animal, este se veía tan cómodo y cansado que no tuve más remedio que aceptar. Me senté del otro lado mientras el animal me observaba fijamente.
Mientras esperábamos no podía dejar de pensar en el extraño docel, cuando lo vi pensé que era el enemigo, pero al ver como ese sujeto le temía me dejo en claro que no lo eran, parecía tenerle cierto temor. Por otra parte estaba la mirada de que Dobe puso cuando vio que me atacaba, era sin duda de sorpresa. Cabía la posibilidad de que estuviera fingiendo, pero de ser así había otro hecho, el impostor estuvo dispuesto a matarme tanto a mí como a él. Lo que marcaba otra cuestión.
Si el rubio no estaba de mi parte ni del enemigo, quería decir que no tenía nada que ver en este asunto, pero era muy probable que él es quien haya dejado inconsciente al soldado, era más que una posibilidad. Mi cabeza no dejaba de pensar en el, mientras más lo así más misterioso me parecía. Las imagen de él con ojos color rojo paso por mi mente "-intento ayudarte-"
Recordaba la sensación de la hierba y el frio, en mi sueño me encontré con él mientras intentaba colocarme su camisa y el cómo jale de él para darnos calor mutuo, fue un sueño tan real, mire hacia el cielo contemplando su color, eran idéntico a los orbes de el -Naruto- por alguna extraña razón ese nombre sonó en mi mente. Cuando baje la mirada me di cuenta que el zorro había avanzado hacia mí, con los ojos extremadamente abiertos.
Sas-¿tu... eres Naruto?– para mi sorpresa el animal movió la cabeza en forma negativa demasiado rápido y exagerado, una risa irónica paso por mis labios, era lógico que no lo fuera, por muy extraño que parezca sentí que él podría responder algunas de mis dudas, (después de todo había mostrado esa capacidad, además había visto suficientes cosas raras en mi vida como para no creer que esto fuera posible -¿sabes dónde se encuentra?- el animal movió la cabeza en forma positiva. – ¿Me llevarías con él?- en esta ocasión se detuvo por un momento, pero dijo que no.
Deje salir un suspiro,– ¿Por qué me ayudo?- para mi sorpresa en esta ocasión se encogió de hombros , le sonreí al animal pensando en lo ridículo de la situación -¿se encuentra bien?- esta vez obtuve un sí. Me sentí calmado ante saber esto – claro debí saber que los Dobes de difícilmente mueren –
Sentí un fuerte tirón que me saco de mi lugar, para mi "sorpresa" el zorro me había mordido del pie y tiro de mí como un perro queriendo jugar, al mismo tiempo que gruñido, lo había perdonado una vez, debió haber aceptado mi misericordia cuando tuvo la oportunidad, ya que sería la única vez que la tendría
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El Bosque
FanfictionEl reino de Konoha es un lugar bello y rico en recursos naturales, gracias a que está rodeado por un inmenso bosque del cual provee a la ciudad de todo lo que necesitan, sin embargo se cuenta en este bosque al caer la noche abandonar las sendas que...