Capítulo 33: Sayonada.

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Naruto

El golpe que le había dado debía haber sido suficiente para noquearlo, pero el seguía consciente no podía perder mas tiempo tenia que terminar esto rápido. Volví a atacar, pero Sasuke lo predijo y sujeto mis manos, me libré, pero el estaba listo para volver a atacar. leía cada uno de mis movimientos y yo los suyos.

Llevamos la pelea en lo alto de las copas de los árboles, parecía que no conseguía la ventaja, salte para intentar golpearlo y él respondió con una patada que acertó en mis costillas. choque contra un tronco.

El sonido de las ramas llamó mi atención, salte apenas a tiempo para evadir a un par de serpientes blancas que salieron contra mi. "Refuerzos" , mierda me había tomado mi tiempo intentando noquear al maldito de Sasuke.

Apenas aterrice el azabache ya estaba frente a mí volviendo a atacar, logre evadir su ataque y contraatacar hasta que una persona me tomó de la espalda. Salte librándome de su agarre. al instante sentí otra presencia en mi espaldas. Tome mi Kunai me gire listo para clavarla en mi enemigo, pero en cuanto lo hice, la figura humana se volvió blanca y miles de serpientes de color blanco que se abalanzaron contra mi, enredándose en mi cuerpo, amarando mis extremidades.Las ramas me rasguñaron la piel hasta que llegue al suelo, el impacto me saco el aire.

Apenas abrí un poco los ojos me percate que habíamos llegado a uno de los valles del bosque, "¿me había alejado tanto?" Me incorporé un poco, pero las serpientes en mi cuerpo no me permitían moverme.

Note el precipicio frente a mi, al cual llegaba uno de los ríos de Konoha. Lo conocía bien, de pequeño solía venir aquí a entrenar con Gaara y mejorar nuestras habilidades, las piedras eran lisas y resbalosas. Por aquellos días Yugito nos vigilaba en caso de que algo saliera mal y en mas de una ocasiona fuimos rescatados por ella. Frente a mi tres figuras aparecieron.

Sas - llegas tarde - sasuke miro a los otros dos encapuchados.

Kak - fuiste tu el que no dejaba de moverse - se quejó el otro, reconocí la voz de inmediato, era Kakashi el maestro de Sasuke. Sentí su mirada sobre mi. - ¿el es... -

Sas - Si - la mirada de los tres estaba puesto sobre mí - tenías razón - lo mire fijamente, reí con ironía, así que el ya sabia algo mas de mí, claro, por eso sus preguntas sobre el bosque, su "curiosidad sobre mi" me sentí enojado por no darme cuenta antes, enserio que era un estúpido.

Sasuke.

La risa del rubio me desconcertó. No pude evitar recordar cuando lo conocí y me abofeteó mentalmente, no era momento para eso, tendría mi tiempo para obtener las  respuestas.

Sas - Dé monos prisa y volvamos - Dije. Una sensación llamó mi atención, el rubio se había levantado de un salto, el calor revolvía alrededor de su cuerpo formando una corriente de aire que movía su cabello, en cuestión de segundo, las serpientes de Sai se volvieron tinta.

Kak - Maldición - Antes de que me diera cuenta mi maestro ya corría hacia naruto con su espada en mano, "No" corrí detrás de el tenia que detenerlo. El rubio estaba estático en su lugar mirándonos fijamente.

Kakashi estaba demasiado cerca, levantó su espada, pero el rubio no dio señal de un contra ataque, no se movía... la herida podía ser mortal. Sentí que un grito subía por mi garganta. la espada estaba apunto de impactar contra el.

En el mismo segundo, Kakashi retrocedió y yo lo seguí. Me quedé petrificado ante lo que sucedía. La espada, se había quedado estática a unos centímetros de la cabeza de naruto y... se estaba ¿derritiendo?

Sas - ¿que? - Note una pequeña pared, como líquido alrededor del rubio, él parecía algo sorprendido.

Naruto

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