Capítulo 35: Sombras.

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En el túnel

En cuestión de segundo las pelea se desató, a pesar de que los soldados de Konoha no eran tan hábiles como los intrusos, el túnel era demasiado angosto como para desenvolverse con todas sus capacidades  y eso era tiempo que no podía desperdiciar.

Una leve explosión se escuchó. un soldado cayó al suelo con una marca de humo saliendo de su armadura. Deidara no estaba mejor, dado el espacio no podía usar sus explosivos libremente si arriesgarse a un derrumbe que podría matarlos a todos.

Tobi, solo contemplaba la pelea que se desarrollaba frente a él a una distancia considerable.

Tob - no pueden hacer algo mejor - preguntó bostezando, Tsunade lo miró lleno de ira y sujetando a dos soldados de la solapa.

Tsu - ¿que te parece esto? - los aventó contra el enmarcado, en cuestión de segundos ambos hombres desaparecieron en uno de sus tornados

tob- esto es aburrido - dijo con voz infantil, puso sus ojos en Deidara, se levanto y estiro - bueno ya que nos traicionaste - se preparó para saltar - entre tenme - Salió disparado hacia el rubio con una cuchilla en la mano.

La rubia apenas si pudo voltear para advertirle del peligro. Dei apenas giró noto el ojo rojo sobre él y una cabellera negra que se puso en medio.La sangre brotó, Deidara se quedo petrificado, la sangre se acumulaba en sus pies.

tob - ¿que... ? - giro levemente la cabeza - tu no eres Dei - Deidara estaba al borde de las lágrimas, al ver cómo el hombre que le enseñó otra vida dio un golpe hacia tobi, haciéndolo retroceder. el arma salió de su pecho y la sangre salpicó el suelo. El cuerpo de Hyūga Hizashi perdió fuerza. Deidara lo sujetó antes de que su cuerpo chocara contra el suelo. 

Dei - Abuelo -  Busco con la mirada a Tsunade, en cuestión de segundos la rubia corrió hacia ellos. Pero fue rodeada por guardias, que le imposibilitaba avanzar.

Hiz - Dei... dara... - el rubio lo miro, le quemaban los ojos. su mano subió a su mejilla, la sangre le brotaba de la boca - cui... cuidalos.... - EL rubio negó. tomo su mano con fuerza. 

Dei - ¿que dices... abuelo....? tu... tienes que... - le dedico una sonrisa triste

Hiz- Cuid...alos... por..mi....-

Tsu - maldición - gruñó la rubia, derrotando a dos soldados con su Kunai.

Tobi

"¿por qué Dei está triste? mire hacia abajo y me di cuenta del camino de sangre que llegaba hasta mi. En mis manos estaba el Kunai lleno de sangre. Sentí que me temblaba la mano, el aire me faltaba, sombras, pasaron por mi mente.

"No te preocupes" escuche esa voz dulce que tan bien conocía. "siempre que estemos los tres juntos todo esta bien" Su rostro me paso por la mente, sus ojos cafes y piel clara, con los triangulitos en sus mejillas y sonriéndome.

"Ella no nos sirven" la voz de ese hombre " hagan lo que quiera"

"NO" Mi propia voz gritando por su libertad. El golpe en mi cara. Sus ruegos por ayuda. Me había levantado como pude y le había empujado, el callo en un vidrio que lo corto.

"maldito mocoso" se acercó a mí con el vidrio, antes de que me diera cuenta, Rin estaba frente a mi sangrando, la sangre escurría por su labio y la sentía en mi cuerpo.

Normal

Tobi dejó caer el kunai mientras se agarraba la cabeza y gritaba, era un grito tan desgarrador, lleno de dolor puro que congeló la sangre de los presentes. Sujetaba su cabeza y negaba, parecía que había perdido la cordura. El rubio lo miró dudoso y lleno de ira.

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