Capitulo 10

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Al día siguiente, al no haber clase, Adrien decide hacer una visita a Marinette, pero en su forma humana en vez de Chatnoir.

Entra en la panadería, donde ve a los padres de Marinette atendiendo y haciendo panes y pasteles, todos tenían una pinta increíble.

El olor de esa panadería era inigualable.

-Buenos días señora Cheng -saludo Adrien-.

-Andaa, hola Adrien, ¿Que te trae por aquí?, ¿Necesitas panes, pasteles?-preguntó la madre, mientras se acercaba al mostrador y se limpiaba un poco las manos con su delantal-.

- No no, en otra ocasión, está vez he venido a ver a Marinette.

Sabine se dio la vuelta en el sitio y miró con ojos complices y alegres a Tom, padre de Marinette, que le devolvió la mirada sonriendo. Volvió a mirar a Adrien.

-Claro, ella está arriba, es temprano así que puede que esté dormida, si quieres la despierto.

-No se preocupe señora, podría despertarle yo -respondió al verla algo ocupada con las tareas-.

-Puedes dejar las formalidades Adrien, llámame Sabine directamente- se rió de forma amistosa-.

-Por su puesto -sonrió-.

Comenzó a subir las escaleras hasta la casa, y de ahí subió hasta la habitación de Marinette.

Se paró en la puerta unos segundos, ¿Debería llamar a la puerta? Era la mejor opción.
Llamo con un par de golpecitos con el puño, nadie contesto.

-Soy Adrien, voy a entrar si no te importa-dijo pegando su voz al marco de la puerta-.

Despacio abrió la puerta de la habitación.
Miró a los lados, arriba y abajo, ahí estaba, en la cama dormida.

Sonrió al verla por instinto. De un día para otro había empezado a sentir sentimientos distintos por ella.

Cerro la puerta y se acercó a ella. Se sentó a un lado de la cama, a la altura del estómago de Marinette, y la miró.

-... Adrien...

El chico abrió los ojos de par en par, ¿acababa ella de decir su nombre en sueños o es que ya se había despertado?
Se le aceleró un poco el pulso.

Fue a despertarla, pero antes la miró. Se veía muy guapa dormida, uno de los tirantes de su pijama caía un poco, y al estar de lado se le hacía un poco de escote. Adrien se sonrojo, ¿Que estaba mirando? Era de pervertidos ver a las chicas mientras duermen, y ella no sabía que estaba allí así que incluso peor.

Tragó saliva.

De verdad que se veía preciosa. Se acercó un poco a su cara, tenía unos labios muy bonitos...

Y si...

¿Y si la besaba?

Agitó su cabeza rápidamente, y se dio un par de palmadas a si mismo ¿Estaba loco? Eso es abuso, ella se enfadaría con él, no puede hacer eso.

Acercó su mano a ella para mover suavemente su hombro.

-Marinette... -susurró- Marinette.... Despierta....-dijo algo más alto mientras que la movia un poco más-.

Ella se giró, quedando boca arriba y dejando sus dos brazos a los lados.

Ahora sí que podría ver su cara a la perfección, el cuello... el pecho...

Adrien noto que el pantalón le apretaba y se puso muy rojo.

Aguantó la respiración unos segundos, apartó la mirada y empezó a pensar en otras cosas.

¿Un delfín volador?

¿Zapatos con lunares?

¿Nino jugando a videoconsolas?

Ya no había apenas fotos de él en la habitación.¿Porqué?

Volvió a respirar, ahora estaba mejor.

Volvió a mirar a Marinette.

Puso su mano sobre el estómago de la chica sobre la manta y volvió a moverla y a decir su nombre algo más alto.

Esta vez la chica abrió los ojos.

- ¿Adrien...?

Cerró sus ojos de nuevo.

El chico sonrió, le gustaba como sonaba su nombre en ella.

-¿Si?

La chica abrió los ojos de golpe y se incorporó lo más rápido que pudo, sentándose y tapándose parte del pijama con la manta.

-¿Que.. que..QUE HACES AQUÍ?-Marinette se puso más roja que un tómate. ¿Adrien había salido de su sueño? ¿Era posible que se estuviese repitiendo lo del akuma de las pesadillas, pero al revés? No puede ser.
Se le puso el corazón a mil.

Adrien con el corazón un poco acelerado sonrió, una sonrisa muy tierna, que derritió a Marinette.

-Lo siento por asustarte, estaba pensando en venir a verte, después de todo eres una buena amiga, no debería haber venido tan pronto, la próxima vez vendré más tarde lo prometo- Adrien levantó las manos y las enseño a Marinette, demostrando que no cruzaba los dedos.

Marinette seguía flipando, ¿Que hacía ahí?, ¿tan temprano? ¿¡PRÓXIMA VEZ!?

-Yo... Yo esto... No esperaba que vinieras... esto...- Marinette por un momento sintió un vuelco al corazón al recordar todas las fotos que tenía de el alrededor de su habitación, separo la mirada de él un para mirar al rededor de su cuarto. Volvió a respirar al darse cuenta de que no había, que ya las había quitado casi todas y que las pocas que había eran justificables...

Agradeció la aparición de Chatnoir en su vida en ese momento.

El Minino Que Entro Por Mi Ventana (Marichat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora