Tu nombre está en las estrellas 《Rami Malek》

Capítulo V: "Gemelo"

Calipso

La mañana del lunes estaba fría y húmeda después de la lluvia. Me había colocado unos jeans simples, una blusa de mangas blanca y tenis negros. Cruzando el campus, resolvía ejercicios matemáticos mentalmente y apuntaba el resultado en mi libreta. Cuando llegué, golpee contra alguien, ya que iba muy concentrada en mis apuntes.

-Lo siento-.exclame. El profesor se giró a mí.

-Descuida. Buenos días, linda-. ¿Qué? ¿El profesor Malek me decía linda mientras me miraba con ojos coquetos? Algo andaba mal. No era propio de él. Aunque lo conocía poco, no era muy aventado con las chicas por ser profesor. En algunas ocasiones notaba que las alumnas hacían muchas cosas para llamar su atención, desde su vestimenta y maquillaje, hasta en su comportamiento y desenvolvimiento en la clase. Rami no las veía como nada más que sus alumnas, incluyéndome.

-¿No abrirá la puerta, profesor Malek?

-No tengo las llaves, encanto. ¿Qué te parece si buscas las llaves de tu habitación y vamos para allá?-.di un paso hacia atrás golpeando mi espalda con alguien más. Me giré y miré el rostro pálido del profesor Malek. Miré a ambos intercaladamente y estuve a punto de desmayarme.

-Sami, ¿Qué haces aquí?-.preguntó Rami.

-Venía a buscarte, hermano-. Se miraron unos instantes, y luego, Rami sacó las llaves de la puerta y me dijo que entrara yo. Ellos hablarían afuera.

Entre al lugar y encendí las luces, deje mis cosas en el escenario y me acosté en el con las piernas colgando. No paso ni un minuto cuando la puerta se volvió a abrir. Rami camino hacía mí y puso sus cosas a mi lado.

-Disculpa a mi hermano. Sé que debiste creer que era yo-un verdadero patán. Pensé-

-Así que tienes un gemelo-. Me incorporé. Asintió con la cabeza-¿Y se llevan mal?

-Entre nosotros no, solo no me gusta como es con las mujeres.

-Qué bueno que no eres así, como él-. Sonrió.

-¿Estás lista para pintar?-. Me encogí de hombros. Él se subió por las escaleras y yo gire mi torso y me levanté.

Rami sacó de atrás un gran cartón sobre una base de ruedas que asemejaba un barco de piratas, coloco unos cuantos botes de pintura y pinceles.

-Ayer no alcance a despedirme de tu hermano. Tu madre quería que lo hiciera.

-Preguntó por ti toda la tarde-.dije quitándome mi chaqueta.

-Los escuché en la madrugada. Le gustan las estrellas-. Lo observé mientras abría las latas de pintura.

-Supongo que notaste algo raro en él, ayer-.lteo a verme con atención dándome su respuesta-Posey tiene discapacidad intelectual, tiene diez años pero la mentalidad de un niño de tres. No tiene mucho lenguaje porque no recibió terapia a tiempo-.Rami bajó los ojos sin saber que decir.

-Margot no es nuestra madre-. Cambie de tema acercándome.-Es la madre de Sarah, mi mejor amiga. Ella nos ha cuidado desde que Posey cumplió los cuatro.

-¿Y tú madre?-. Iba a responder la verdad, por primera vez desde que lo conocí, pero los chicos comenzaron a entrar de a montón. Tome una lata de pintura y me aleje. Los chicos formaron una bola alrededor del cartón y comenzamos a pintar.

Los chicos del teatro eran muy divertidos, hacían bromas mientras pintaban, a veces cantaban y se pintaban las caras.

El profesor me pidió ayuda para bajar una cuerda de un barrote que estaba en el techo. Sin preguntarle, me subí a la escalera que sostenía él, una vez hasta arriba, desamarré el nudo que la ataba. Al querer bajar perdí el equilibrio y caí hacía enfrente, vi en cámara lenta como Rami abrió sus brazos para atraparme pero ambos caímos al suelo, pero yo encima de él, nuestros cuerpos encajaron tan bien, que nuestras narices se golpearon y nuestros labios rebotaron. Alejé un poco mi rostro unos centímetros, ambos nos miramos a los ojos con sorpresa.