Capítulo VIII: "Vestido rojo"

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Rami

Calipso nunca me mandó su mensaje por la tarde. Pensé que tal vez estaba ocupada estudiando, así que decidí mandárselo yo en la noche. No recuerdo hace cuánto tiempo me ponía nervioso al mandar un mensaje. Quería cuidar cada detalle, cada palabra y cada puntuación. Tampoco sabía porque me era tan importante la impresión que podría causarle a esta chica. Hoy se portó de maravilla, dejo ver un lado de ella que apostaría nadie conocía. Poco a poco su flor estaba floreciendo... para mí.

Al final decidí mandarle un mensaje muy casual

"Buenas noches, ¿Tienes tu decisión? Yo aún no, es muy difícil, si quieres mañana lo hablamos llegando. Me toca llevar el café :)

No hubo respuesta ni enseguida ni después.

******

Iba camino al teatro con una bandeja de cafés clásicos cruzando el campus. El clima estaba agradable y avecinaba un gran día. Al entrar en el recinto deje los cafés sobre el piano y me dispuse a tocar un rato mientras llegaba mi "asistente".

Pasaron unos cuantos minutos y comenzaron a llegar los estudiantes. Rápidamente el lugar se completó a excepción de una persona. Esperé un minuto en el cual los chicos comenzaron a emocionarse porque anunciara a los protagonistas, realmente no quería hacerlo sin Calipso ¿Qué habría pasado? ¿Diría algo malo en mi mensaje o ayer mientras hablaba de la obra? ¿Me emocioné tanto que la asuste?

La puerta del lugar se abrió con fuerza y por ella entro Calipso. A paso apresurado, despeinada y con el rostro enrojecido tomo asiento en la primera fila. Les dije a los chicos que esperaran y fui con ella.

-¿Todo bien?-pregunté sin acercarme mucho.

-No pude tomar una decisión. Por favor hazlo tú-dijo con voz apagada y la cabeza hacia abajo.

-¿Me esperarías después de clase?-negó con la cabeza.

-Tengo clase.

-Bien-masculle rendido. Volví al escenario con los chicos y anuncié a los protagonistas.

Mientras los seleccionados festejaban y tomaban su libreto. Calipso seguía en la misma posición, y no puede evitar sentirme preocupado. Aquello no pude haberlo causado yo. Pero tal y como dijo, después de clase no quiso hablar conmigo. Salió tan rápido del lugar que hasta los chicos notaron que algo andaba mal.

Necesitaba saber qué sucedía.

De repente vi una oportunidad. El baile de las estrellas. Calipso expresaba muy bien que no quería asistir, pero haría algo que ninguna chica podía resistir, mucho menos ella. Claro que para eso tuve que pedir ayuda de una mujer o dos. La primera mi hermana y la segunda su mejor amiga.

Con mi hermana fuimos a comprar un hermoso vestido como regalo e invitación al baile. Mi hermana eligió uno color rojo con una abertura en la pierna derecha. Expuse mi inconformidad ante tal exhibicionismo pero ella me atacó bromeando que me encantaría verla así. Lo negué ante ella, pero lo afirme conmigo mismo. Calipso era delgada, casi como mi hermana, pero tenía más volumen en sus piernas, mi hermana aseguro que no sería problema, que exactamente por eso le beneficiaria ese vestido.

Después de molestarme todo el camino que estaba enamorado de ella, no pude contener mis pensamientos hacia Taylor, mi antes mejor amigo. Aun no lo entendía, mi hermana es una mujer hermosa ¿Cómo permití que un hombre como Taylor se quedará con ella? Ella merece más, mucho más.

Solo volví a la institución. En la tienda habían guardado el vestido en una hermosa caja plateada cerrada con un moño rojo. Cruce el estacionamiento y luego el campus a pie. Estaba ya oscurecido y meterme en los dormitorios de las chicas sería un riesgo total, pero que estaba dispuesto a tomar, solo deseaba que Calipso no se encontrará ahí justo ahora.

-Tienes suerte-me dijo su amiga Sarah al abrirme la puerta y después de preguntar por ella-No se ha parado por aquí en todo el día.

-¿Qué sucedió? La vi realmente mal está mañana.

-Nos peleamos por un mal entendido. Se fue a casa-vi la culpa en su rostro. Se sentó sobre la cama y oculto su rostro entre las manos-Soy una estúpida.

-Tranquila. Creo que puedo ayudarte y en el camino nos beneficiaríamos ambos-digo. Quita las manos de tu empapado rostro y me mira-El teatro organiza un baile cada año, es este viernes, y Calipso está invitada, pera mi es importante que vaya, pero sé que por iniciativa propia no lo hará-observe la caja del vestido y quité la nota que le había puesto a lado de moño-Obséquiale esto como disculpa y anímala a que vaya-extendí la caja.

-Pero, es de parte tuya. No puedo hacer eso.

-Acepta mi ayuda, por favor. Lo único que busco es que ella esté bien, y si puedo ayudarte a que lo arregles, nada me gustaría más.

-¿De verdad?-asentí-Guau. No creí que fueses tan... dulce-suena sus mocos con el dorso de la mano-Gracias.

Tu nombre está en las estrellas 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora