Tu nombre está en las estrellas 《Rami Malek》

Capítulo XXI: "Al carajo"

Calipso.

Nunca había llorado por un hombre. Jamás me había enamorado como lo estaba de Rami. Y fui una completa estúpida, yo debía contarle la verdad cuando confiaba y tenía otro concepto de mí, ¿Por qué deje que se enterara por otro lado? Nunca lo imagine y tampoco me importaba hasta que pasé buenos días a su lado, solo que estando con el no recodaba la desafortunada situación en la que me veía involucrada inconscientemente.
Ahora, si, todo se fue al carajo, pensaba mientras me hallaba tirada sobre mi cama.. Apague la alarme en cuanto sonó y volví a dormir. No iba a regresar al teatro, por supuesto que no. Pudimos haberlo solucionado si Rami no se hubiera alterado tanto y no hubiera dicho esas palabras hirientes y metido con mi madre y mi hermano, él sabía que era un tema delicado y aun así cruzó esa línea del respeto y la confianza que yo le había tenido al confesarle y compartirle mi vida, lo que me hace pensar que solo estuvo fingiendo empatía todo este tiempo.
—¡Despierta, dormilona! Tus fans te esperan—grita Sarah saltando sobre mi cama. La golpee con la almohada y se cayó al suelo.
—¡Déjame en paz, me siento mal!
—Uh, ¿Andrés? Bien, ya me iré, no quiero que encuentren mi cuerpo en el closet. Te veo en el almuerzo—se despidió y se fue. En seguida abrí los ojos y me levante. Debía decirle de los videos antes de que otra cosa sucediera u otra persona se me adelantara. Salí al pasillo y grite su nombre, pero ya había desaparecido, y hacía mucho frio como para seguirla en pijama.
Tome una ducha con rapidez y me vestí abrigadamente. Seque mi cabello y con mi bolso salí del lugar. Busque a mi amiga por todos los pasillos del edificio escolar y no la encontré. De pronto, mi celular recibió una llamada de Margot.
—Cali, estoy en el hospital con Posey.
—¿Qué?—paré mi andar,
—Tiene una neumonía muy fuerte—sollozó—Lo encontré esta mañana en el patio dormido en el césped frio, creo que salió a ver las estrellas.
—Voy para allá—colgué y salí de prisa del edificio. A unas cuadras fuera de la escuela, me subí a un taxi y pronto me dejo en el hospital.
Al llegar me encontré con Margot vuelta en lágrimas. Me dijo que Posey ya estaba bien pero que se había asustado mucho al verlo fuera y que no reaccionaba bien. la abracé y me controlé para no llorar y poderla apoyar. Ella en parte sentía culpa y yo también. Salír a ver las estrellas era una tradición entre Posey y yo, él sabía que no podía hacerlo cuando yo no estuviera, pero Margot me dijo que cuando me extrañaba mucho, se salía él solito y ella no se percataba.
—Estará bien—le dije—Habrá que poner más seguridad y reglas en casa. Nos costará trabajo pero será parte de nuestra vida—le dije.
—Él te extraña mucho desde que te fuiste, intento hacerlo sola, Cali, de verdad, pero él te necesita más a ti que a mí.
—Ya casi termino la carrera, Margot, descuida.
—¿Y qué haré mientras tanto? ¿Decirle lo mismo de siempre? el no entiende. 
—Lo sé—trague saliva—Me quedaré el resto de la semana en casa hasta que se recupere y entienda bien que no debe salir—Margot me abrazó.
Tal como dije, me quede en casa el resto de la semana. Con mis clases, me puse en contacto con los maestros e hice todos mis trabajos digitalmente y los mandaba por correo el mismo día. Posey se recuperó lentamente pero muy bien. Le explique de todas las formas didácticas posibles que no debía salir si no estaba yo o Margot, mientras ella, contrataba a gente para que pusieran más seguridad en la casa tanto para que él no salga como para que alguien más entre.
Estos días también me sirvieron para pensar en lo que había sucedido entre Rami y yo. Aún me dolían sus palabras y la forma en la que termino todo, pero así como él estaba molesto, también lo estaba yo, y me alegre de no estar en la escuela y tener que verlo todos los días. Acerca de eso, algo extraño pasó, toda la semana no supe nada de él  precisamente el viernes estuvo llamándome como loco desesperado, nunca respondí ninguna de sus llamadas.
El fin de semana, decidimos ir de visita con una hermana de Margot que vivía al sur de la ciudad, en donde el clima, extrañamente era más cálido  y le sentía bien a Posey. Jugamos y bailamos todo el día, preparamos sándwiches y vimos películas. La hermana de Margot, Mary, también me tenía mucho aprecio y yo a ella. Era más grande que Margot y tuvo más hijos que ella, todos ya trabajaban fuera de la ciudad.
Sábado y domingo Rami siguió llamándome, por lo que tuve que apagar mi celular. Debía hacer más que llamarme si quería arreglar las cosas. Pronto recordé los videos de Isaac y su amenaza, volví a prender mi celular y marque a su número.
—Sí me hablas por el video, demasiado tarde, ya lo publique—dijo y colgó.