Tu nombre está en las estrellas 《Rami Malek》

Capítulo XV: "Esos ojos, Malek"

Calipso

El día del estreno llegó muy deprisa. Los días se fueron volando, entre nuestros encuentros con Rami, me había atrasado un poco con mis trabajos, pero me puse al corriente en una sola noche.

Hoy, el profesor les dio el día libre a los chicos para que descansaran y se despejarán, claro que nosotros aprovechamos y desayunamos juntos, pero no solos en su habitación, el ofreció ir hasta mi casa para estar en compañía de Margot y Posey. Me fue grato observar, como Rami le entregaba un obsequio a mi hermanito, pues pocas veces recibía uno si no era navidad o su cumpleaños, hasta a mí me tomo por sorpresa y tuve tantas ganas de abrazarlo y besarlo en ese instante, no obstante no quería que Margot lo supiera aún, aunque sé que lo sospechaba por las miraditas que me lanzaba después de ver a Rami jugar con Posey, yo fingía no estar tan enamorada.

Al despedirnos, Margot estaba tan agradecida, que lo invitó de nuevo el fin de semana, Rami aceptó encantado. Se despidió de Posey con un choque de manos y después yo le di un fuerte abrazo. Ambos salimos de la casa y nos subimos a su auto, una vez dentro, Rami me jalo del brazo y me besó.

-No soporto tanto sin besarte-murmura.

-Tampoco yo-le devolví el beso.

Después de esa hermosa mañana, volvimos a la facultad y cada quien ingreso a sus actividades del día. Me puse al corriente con los maestros y con unos próximos proyectos que venían próximos como la olimpiada de matemáticas. En otros tiempos estaría emocionada, ahora solo me ilusionaba un hombre y una clase en particular.

Durante la noche trabajé en el escritorio algunas fórmulas y estudié unos libros que previamente saque de la biblioteca. Sarah llegó pasadas las ocho a la habitación, y en lugar de que yo la interrogará, ella lo hizo conmigo.

-A ver, ingrata. ¿Por qué no dormiste aquí anoche?-fingió indignación.

-Fui a casa y estuve con Posey.

-Mientes, llamé esta mañana y solo fuiste a desayunar, y muy bien acompañada por cierto. ¡Cuéntame!-saltó sobre la cama.

-Nos quedamos hasta tarde trabajando en la obra, nos quedamos dormidos y no tenía clases hoy así que le ofrecí ir a desayunar a casa. Además, Posey lo quiere.

-Oh, si, solo Posey-dijo con sarcasmo-Y casualmente el profesor llevaba un regalo para él en el maletero.

-Eso también fue sorpresa para mí.

-¿No te das cuenta? Quiere contigo. ¿Ya intentó besarte?

-No.

-¡Calipso Black, voltea a verme y dime que no se han besado!-rayos, rayos, estaba perdida, Sarah sabía que no podía mentir bien en la cara de personas que me conocen tan bien. Como ella por ejemplo.

Afortunadamente, un golpe en la puerta me salvo de delatarme estúpidamente. Me incorporé y abrí la puerta, un chico miembro del teatro, nos dejó una invitación personalizada de la obra de mañana para mí. Le agradecí el gesto y lo despedí. Aproveche que Sarah se distrajo con la invitación y fui a tomar una ducha.

*****

El día siguiente fue de locos. Desde temprano estaban montando escenografía. Los chicos iban por sus trajes y las chicas estaban pintándose y maquillándose. Solo ayude a Rami notificándole cuando llegaban los encargados de la utilería que habían pedido, y posteriormente me tuve que marchar a mis clases.

-La obra es a las seis, ¡tienes que venir!-me grita desde el fondo una vez que salgo.

-¡Por supuesto! Rómpanse las piernas-grite de igual forma haciéndolo reír.

Mis clases transcurrieron con normalidad. Agradecí no tener que pasar por aquellos nervios estresantes para que todo salga perfecto en una obra.

Cuando salí de mi última clase, y me dirigía a almorzar, noté que tenía muchas llamadas y mensajes de Rami en mi celular, ¿Habría pasado algo malo? Salí de la cafetería deprisa y cruce el campus corriendo hacia el teatro, llegue sin aire y en el lugar, todos estaban más eufóricos que cuando me fui.

-¡Está aquí!-grita un chico. Rami voltea, se acerca hacía mi con los demás detrás de él.

-¿Qué sucede?

-Mónica se enfermó, Cali. Necesito que tú hagas el papel de Amy-me dice con suma seriedad sujetándome de los brazos.

-¡¿Qué?!-aparte de decir un rotundo no con mi cara, me preguntaba quién rayos era Mónica.

-Por favor.

-¿Pero por qué yo?-cuestioné alterada.

-Fue mi error, no tenemos suplente y no podemos quitar ningún personaje de la historia. Tú te la sabes, lo sé porque te he visto muy atenta a los ensayos, en incluso aconsejabas a Mónica-pausó-Sé que te pido mucho, pero, yo sé que tú puedes hacerlo, no se lo pediría a nadie más si tuviera. Sería el único favor que te pediría y te lo agradecería el resto de mi vida-diablos, cada vez me costaba más resistirme a esos ojos, Malek. Si por él estaba dispuesta a ser parte de esta obra, quedaba claro que haría cualquier cosa que me pidiera.