Calipso
Mi cabeza retumbaba sobre la almohada. El cuerpo me dolía como si cien caballos hubiesen pasado sobre mí en una estampida. Las suaves sabanas de la cama hacían que mis músculos se relajaran con rada roce a mi piel desnuda. Un momento... ¿Estaba desnuda? Abrí los ojos y me senté de un saltó.
Error.
La cabeza pareció haberme estallado una milésima de segundo. Me queje. Apreté los ojos y mi cabeza con las manos. Quite las abanas de mi cuerpo y me di cuenta que aún llevaba mi ropa interior y encima, una camisa blanca grande, la cual baje de inmediato hasta mis rodillas.
Alguien golpeo en la puerta. Con rapidez, tome la sábana y me tape hasta la barbilla. Viendo hacía la entrada, quien golpeo la puerta un segundo antes, ya la estaba abriendo. El profesor Malek se asomó por ella mostrando una sonrisa impecable y unos ojos frescos. Vestía casual como siempre y en sus manos llevaba una bandeja. Una imagen fugaz de él, vestido de traje anoche viajó por mis ojos. Se miraba extremadamente bien con aquel esmoquin.
-Buenos días-saludó.
-Buen día-dije cohibida y acalorada.
-¿Cómo te sientes?
-Terrible-dejó la bandeja en la cama y de ella tomo un vaso de agua y una aspirina. Caminó hasta mi lado de la cama y me extendió ambas cosas. Me sonrió con confianza. Aparté la mirada, tome la capsula y la pase por mi garganta rápidamente.
-Gracias-murmuré.
-No es nada. Desayuna, tenemos que salir temprano a la carretera y aún tenemos que pasar por tus cosas-lo miré extraña. ¿No iba a decirme nada de anoche? Alguna estupidez que hice o que dije... yo no recordaba absolutamente nada, y el haberme traído aquí, quitarme el vestido y acostarme en su cama, es porque realmente estaba inconsciente.
-Estoy muy avergonzada. No suelo comportarme así-me mira atento-En realidad es la primera vez que bebo y me puse mal después de... unos cuantos tragos inofensivos-asintió con la cabeza.
-Debí intervenir antes de que se excedieran, pero te estabas divirtiendo. La única vez que te había visto así, fue en tu casa, cuando bailabas con tu hermano-me avergoncé más.
-Qué bueno que estuviste para cuidarme. Aunque no era tu responsabilidad.
-No digas eso, todos los miembros de teatro son mi responsabilidad-generalizó.
-¿Tú quitaste mi vestido?-cuestioné, era algo que no quería preguntar para no apenarlo pero ansiaba ver su reacción. Vi en su manzana de adán como trajo duro. Con eso estaba satisfecha,
-Eh, si, despertarías más incómoda de lo normal si no lo hacía.
-Gracias-sonreí y ahora él era el sonrojado.
-De nada-contesto sin aire.
Posteriormente desayunamos juntos en la cama mientras él me explicaba cómo es que era el viaje. Dijo que había rentado una cabaña frente a un lago en las afueras y que haríamos una fogata comiendo malvaviscos. Imaginarlo como en las típicas películas bobas de adolescentes me hizo emocionarme. Hace unos días atrás no hubiera ni pensado en la posibilidad de ir de viaje con estas personas, ni siquiera al baile de anoche, pero realmente me divertí y no me arrepentía de haber ido.
Al terminar mi desayuno, Rami me dejo ducharme en su baño. Tuvo el que prestarme una ropa vieja que ya le quedaba pequeña, aunque él era delgado tenía más masa muscular que yo actualmente.
Mientras iba a mi dormitorio, el sol apenas se iba asomando. Hice una llamada a casa anunciando que saldría este fin de semana y que no podría llegar hasta el siguiente. Margot externo que me extrañaría y que tuviera mucho cuidado. Agradecí al cielo que Sarah estuviera dormida aún, sino, al verme llegar me lanzaría una tremenda bomba de preguntas acerca del porque no había llegado a dormir y regresaba con ropa de hombre.
Saque ropa de mi closet y me la coloque. Luego guarde un poco en un bolso deportivo y algunas cosas de higiene. Me maquille un poco y me peine. Deje una nota sobre la puerta diciéndole a Sarah que volvería el domingo por la tarde.
Salí, y me encontré con los chicos en el campus todos listos para partir. Rami había rentado una camioneta donde cabíamos todos completos.
*****
Fue una hora y media aproximadamente de viaje, al cual valió la pena al bajarnos y toparnos con una vista fenomenal. La cabaña de madera y rustica era de dos pisos y el lago a un lado era la pieza perfecta. Aunque hacía frio, por la tarde, bajo el sol, agradaría meterse un rato.
Por la tarde preparamos unos deliciosos sándwiches y los chicos no perdieron oportunidad para divertirse y ensayar la obra al mismo tiempo. Yo hasta ya estaba aprendiéndomela de memoria.
Cuando el sol estaba por meterse, los chicos se apresuraron en encender la fogata, ya que empezaba a refrescar. Al mismo tiempo, las chicas y yo preparábamos una deliciosa barbacoa. Por un momento me distraje, cuando Rami se quitó su chaqueta para ayudar a los chicos a cargar unas leñas enormes. Tenía un cuerpo muy bonito, delgado y trabajado, que claramente llamaba la atención.
-Es lindo ¿no?-me sorprende una chica del equipo de teatro. Ignoraba su nombre, como el de todos. Me encogí de hombros disimulando-Oh vamos, todos los vimos ayer, como bailaban y se miraban. Hay química por aquí-me reí.
-Nada de eso-negué y continuamos haciendo la comida.
-Te mira cada que te volteas-volvió a decirme-Yo que tú, iría por él, todas lo queremos pero el al parecer, te quiere a ti.
-Por favor-suplique en susurro conteniendo mis nervios. Se rio y se apartó. Pero que incoherencias decía esa chica. No podía ser que todas las mujeres solo miraran a un chico guapo y enseguida fueran a lanzarse sobre él. ¿Estaba admitiendo que Rami es guapo?
Después de comer la deliciosa barbacoa frente a la fogata, procedimos a derretir los cásicos bombones. Entre risas y anécdotas divertidas, los chicos pronto comenzaron a retirarse, cansados y con el estómago lleno. El día había sido perfecto y estaba terminando muy bien.
-Nunca me había divertido tanto en tan pocos días-le dije a Rami sentándome a su lado.
-Me da mucho gusto, son buenos chicos-sonrió. Asentí con la cabeza. Él derretía un malvavisco en el fuego, luego lo apartó de el, le soplo y le quitó la capa negra que se le había formado por el calor. Dirigió la rama hacía mi invitándome a morder el bombón. Lo miré apenada pero luego me anime y lo hice. Ambos reímos al marcharme la barbilla de malvavisco derretido. Comí el exceso y quite lo sobrante con el dorso de mi mano.
Rami se acercó un poco a mí, mirando hacía mis labios, levantó el pulgar y limpió debajo de mi labio. Miré a mí alrededor y estábamos solos. Las estrellas resplandecían sobre el agua calmada del lago. Volví mi vista al profesor, este me miraba con suma atención. Tragué duro.
-¿Ya viste las estrellas?
-Estoy viendo algo más hermoso justo aquí-murmuró sin apartar su mirada de la mía. Me quedé sin aliento por un instante.
-No... no comprendo-volvió a levantar su pulgar, esta vez, recorrió mi mejilla izquierda con el, dejando una suave y delicada caricia. Pronto todos sus dedos atraparon mi mejilla, se acercó y me besó en los labios, lenta y delicadamente.
-No-murmuré-Pueden vernos-me levante y camine a paso acelerado hacia la parte de atrás de la cabaña, a oscuras, me encontré con un muelle, ahí pare mi marcha, Rami me seguía y cuando llegó conmigo, me giré y esta vez yo lo besé.
![](https://img.wattpad.com/cover/180349644-288-k264658.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tu nombre está en las estrellas 《Rami Malek》
FanfictionCalipso, es una genio matemática que debe cumplir un castigo por un error que no cometió, mientras tanto, conocerá al irresistible profesor Malek, quien le devolverá la pasión y la felicidad a su vida, logrando romper las grandes paredes que obstruy...