Maddison Cameron ahora Vulturi vuelve a Forks por el juicio de Renesmee. Pero eso no la inquieta, siente pena por tener que matar a los Cullen pero ¿Qué hará cuándo se de cuenta que los Quileutes son sus aliados? ¿Qué su hermano Jared está con ellos...
Acabo de completar una semana en la casa Cullen y cada maldito día Jared venía para disculparse pero siempre salía con un brazo roto o la nariz dependía de que tanto de quicio me sacaba.
-Tú lobo vino a verte otra vez.-dijo Emmett divertido jugando sus videojuegos, estaba en el living leyendo una revista y gruñí al sentir el olor de Jared.
-Este si que es necio.
-Es tu hermano, ambos son necios.-se burló Emmett y enseguida hice que su control volará hacia la otra parte de la habitación dejando ganar a Jasper quien felizmente me agradeció.-¡Hey, ganaste por trampa!.-exclamó molestando escuchando las celebraciones de Jass, eso me hizo reír pero me detuve al ver a Jared parado en el salón.
-por favor no me lastimes de nuevo, solo déjame explicarte.-rogó, su mirada era sincera y algo en mí se estrujó
-Agh está bien tú ganas-suspiré saliendo de casa Jared se había quedado quieto de la impresión pero rápidamente bajo las escaleras hasta llegar a mí saliendo de casa.
Ambos caminábamos por la línea del bosque dejando un poco atrás la casa Cullen, tenía mis manos en mis bolsillos traseros observando los árboles mientras mordía mis labios y hacia pequeñas muecas.
-Es lindo ver que aún tienes tus manías de cuando eras humana, sueles hacer eso cuando no sabes que decir.-dijo Jared con una sonrisa tierna, suspiré frustrada e ignorando su comentario.
-¿Quieres hablar o me puedo ir?.-pregunté deteniendome
-No sé cómo empezar.-dijo nervioso rascándose la nuca
-Ahm tal vez por la parte de que te asqueaste de mí y luego te veo apoyando y defendiendo a un clan que sin ofender no son nada tuyo. Pero a tu hermana la odias...-sugerí tratando de no empezar a enfurecerme
-No lo entiendes. No fue tan así.-dijo mordiéndose el labio mirando hacia otro lado
-¿Ah no? ¿Y cómo fue?.-pregunté tratando de no perder paciencia pero Jared no ayudaba
-Te fuiste Maddy sin siquiera pensarlo.-reclamó ahora él molestó, abrí la boca ante tal acusación
-¡Tú me obligaste Jared, tú hiciste que te dejará a tí y a papá!.-grité sin poder aguantarme
-¡Querías ser una maldita sanguijuela, te enamoraste de ese ser tan repugnante!.-grito al oír las palabras en las que se dirigía a mi pareja me hizo enfurecer que sin pensarlo levanté las manos y lo envié a volar, por un momento me preocupe de que lo hubiera lastimado pero al ver como respiraba fuertemente y se empezaba a poner muy rojo supe que se iba a convertir.
-Vamos conviértete de una vez así podemos pelear.-rete y eso fue todo para que el gran lobo de color marrón apareciera.
El lobo comenzó a correr hacía mí pero fácilmente lo esquivé pero me tomo por sorpresa que pescara mi tobillo lanzandome contra los árboles.
-bien juguemos rudo.-gruñí al ver mi ropa sucia, tomé el tronco de un árbol y lo estreche con su cuerpo cuando él venía hacia mí, me hizo sentir un poco bien y un poco mal al escuchar su quejido de dolor pero rápidamente se recompuso. Empecé a escalar los árboles dejando a Jared furioso por no poder alcanzarme, al ver su cara de lobo arrugada mientras me gruñía me dió gracia y solté una risa causando que su enojo aumentará. Cuando ví que los árboles se me acababan traté de saltar hacia una roca pero Jared salto sobre otra y con su estúpido hocico me atrapó haciendo que ambos cayeramos.
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-Iugh me estabas babeando imbécil.-dije sintiendo todo el olor de su hocico a punto de morderme pero en más de eso me lamió la cara.-¡Jared que asco!.-dije empujándolo fuerte, pude ver cómo se burlaba con su estúpida cara lobuna antes de irse detrás de unos árboles.
-Te quiero Maddy, eres mi hermana, siempre lo he hecho y siempre lo haré.-dijo Jared apenas salir de los árboles eso me paralizó y lo observé sin decir nada.
-ahm que bueno eh pero aún tenemos que hablar.-dije cruzandome de brazos, él se rió asintiendo viniendo hacía mí.
-ven vamos, conozco un lugar-dijo golpeando mi hombro cariñosamente sin decir nada lo seguí, íbamos caminando en un silencio pero esta vez no era incómodo sino cómodo ya hablaríamos pero esta vez estábamos tranquilos.
-Ummm no puedo pasar recuerdas.-dije al ver que quería que cruzaramos la frontera hacia la reserva Quileute
-Tranquila, los chicos saben que no deben lastimarte.-dijo esperando que cruzará, dudé unos segundos pero acepté. Volver a pisar mis tierras se sentía raro, aunque bueno hace unos días estuve aquí aunque él no sepa pero debo de fingir que he estado recientemente.
-se siente raro y apestoso, cómo se nota que ustedes pasan mucho tiempo aquí.-dije arrugando la nariz
-jajaaj bueno hermanita tú no hueles a rosas-se burló a lo que le pegue en el hombro.-auch eso dolió.-fingió sobándose suavemente donde le pegue.
