Traidora. Pt II.

4K 289 28
                                    

Se quedaron un par de segundos mirándose el uno al otro, incrédulos. Hasta que de repente ambos comenzaron a correr hacia el otro, acortando toda la distancia.

Se abrazaron, y ninguno pudo evitar llorar. Steve acarició la espalda de su novia, Natasha escondió su rostro en el pecho de su amado, aspirando el aroma que tanto había extrañado. El muchacho puso su mano en la cintura de ella, sujetándola con fuerza para que no pudiera huir. Y Natasha se sujetó con ambas manos al torso de Steve.

Ella lo miró a los ojos, acarició su rostro con una mano y sin decir nada juntó sus labios en un tierno beso. Un beso que Steve no rechazó. Lo necesitaban, urgentemente.

Después de un rato besándose, Natasha rompió el beso y lo miró a los ojos.

-Te extrañé tanto... -comenzó Natasha- fue como una tortura, en serio Steve siento haberme ido así. No te lo mereces, no te merezco... Tengo muchas cosas que explicarte.

-Yo también te extrañé Nat, fue horrible no tenerte cerca de mí, no vuelvas a irte así...

-Vamos, es peligroso estar tanto tiempo en el mismo lugar.

Natasha tomó la mano de Steve, entrelazándola con la suya. Y juntos, se dirigieron hacia la salida del aeropuerto.

-Sigues estando preciosa. -dijo Steve, rompiendo el silencio que había en el aire-

-Tú también. Y nunca vas dejar de serlo.

Al fin, Steve estaba con la mujer que amaba. La espera había valido completamente la pena, sin duda.

Llegaron a la camioneta, dejaron la pequeña maleta de Steve en el maletero y entraron al coche.

Natasha puso en marcha el vehículo y rompió el silencio:

-¿Cómo te ha ido? -preguntó sin mirarlo-

-Sin tí era horrible. Lloraba a menudo, tenía miedo de que algo te pasara. Te busqué por todas partes Natasha... ¿Por qué? ¿Por qué te fuiste?

-Amenazaron con matarte. -soltó de repente, haciendo que Steve abriera de par en par los ojos- me dijeron que si no los obedecía, acabarías muerto en pocos días. Y con esa amenaza yo ya estaba a su merced. Me ordenaron venir a Russia, y entrenar a 20 niñas, a 20 almas inocentes. Lo hice. Pero no completamente, solo fingí hacerlo y les pedí ayuda para matar al que me lo ordenó. Ellas no lo matarían, solo lo apuñalarían y golpearían. El trabajo sucio lo haría yo. Y aún no está hecho, se supone que el entrenamiento dura un año y medio, pero ni yo, ni ellas lo soportaríamos. Te extrañé cada segundo, no te lo imaginas.

Natasha lo miró rápidamente para buscar su mano, y cuando la vio, la entrelazó con la suya.

-Te amo. Y me alegra muchísimo que estés vivo.

-Natasha... Pudiste pedirnos ayuda, a mí, a Tony, y a los demás. A S.H.I.E.L.D. tienes nuestro apoyo.

-Lo pensé, pero ellos son listos, seguro lo tenían todo planeado por si yo no obedecía. No quería que te pasara algo Steve, tenía miedo. No podía permitirlo, y solo por eso lo hice. Pero necesito tu ayuda en algo, ya no puedo seguir entrenando a esas pobres niñas. Tenemos que sacarlas de allí.

-¿Cómo?

-Cariño, tengo un plan. Será fácil y rápido. Pero ahora no quiero hablar de eso -dijo mirándolo por un momento- quiero que me cuentes cómo van las cosas por allá. -dijo con voz calma-

-Te buscamos. -Dijo Steve bajando la cabeza- Clint estaba mal, Fury no sabía qué hacer, mandamos tropas a buscarte, viajé personalmente a otros países y a Russia también pero no te encontré... Estaba destrozado, la idea de pensar que algo podía pasarte o que podrías haber muerto eran demasiado para mí. Lloré, cada noche. Y estuve de mal humor. Clint y yo no lo superamos, los demás lo intentaron sin mucho éxito. Tony intentaba aparentar que estaba despreocupado pero se notaba que no
era así -Natasha cuando escuchó lo de Tony rodó los ojos- te extrañamos...

You are the only one. (One Shot's) -Romanogers- EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora