Cumpleaños

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-¡No voy a permitirlo!- la voz furiosa de María se escuchó por toda la oficina de Howard, muchos de los sirvientes prefirieron no acercarse ya que, María solía ser una mujer muy amable y sumisa, pero si se enojaba, daba casi el mismo miedo que su esposo- ¡No estamos hablando de cualquiera, es tu hijo!- habían aprovechado tener esa conversación mientras Tony se había ido a la escuela.

-¡¿Y por qué crees que lo hago?!- no iba a permitir que su esposa quisiera ponerse encima de él y menos que interfiriera en su investigación de años-¡¿Qué otra oportunidad se le puede presentar?!, sólo ser una simple puta, porque no hay otra cosa a la que pueda presentar a alguien como él-.

-¿Te das cuenta de cómo y quien estas hablando?- no podía creer que el hombre al que amo tanto tiempo se expresara así de su hijo.

-Sí- suspiró tranquilizándose- y por eso mismo le estoy dando la oportunidad de ser útil en algo, no es algo que se presente a cualquier omega y muchos querrían tener la misma suerte...- por que era cierto, él amaba a su hijo y no quería que fuese una vergüenza.

-Hablas de posiciones y deshonra para él, pero solo estas viendo por ti- estaba decepcionada- ¿qué importa si es cualquier hombre o un experimento?- había sarcasmo y desprecio en su voz que no podía ni quería ocultar- va a ser usado para lo mismo...eres un completo imbécil, Howard Sta...-antes de que pudiese terminar de decirlo, ya se encontraba pegada a la pared y siendo sujetada del cuello por Howard con una fuerza impresionante.

-No me importa quien seas, no voy a permitir que me hables así- dijo mostrando los colmillos y viendo el miedo reflejado en los ojos de su esposa-y entérate que si tu hubieses sido la omega, no dudaría en ofrecerte al igual que Anthony...- la soltó alejándose de ella. La mujer intentaba regular sus respiración mientras lagrimas salían de sus ojos- esta conversación terminó, y disfruta de tu hijo por que no vas a volver a verlo en un buen rato.

Sentía dolor e impotencia, ninguna madre debía recibir ese tipo de noticias, ella debía de cuidarlo y protegerlo, de darle todo y hacerlo sentir seguro y querido, pero no podía.



-Así que...-Bruce miró a su amigo quien miraba a la nada, perdido en sus pensamientos con una mirada triste- ¿te harán una fiesta de cumpleaños?-

-¿Esta bromeando?- preguntó mientras suspiraba- por supuesto que no, mi padre apenas puede soportar la idea de que vivamos en la misma casa como para que todavía festeje el hecho de ser omega...- recordaba sus cumpleaños anteriores como algo genial, siempre hacían una gran fiesta y todos llegaban con regalos; pero esta vez no, esta vez parecía que todos en su casa habían olvidado el hecho de que él cumplía años.

-Bueno, pero a mi no me interesa que casta seas- sonrió mientras buscaba algo en su bolsillo derecho- ten- dejó enfrente de él una caja pequeña de terciopelo azul- pensaba que mañana no podríamos ver ya que es sábado y no sabemos si tus padres festejarán o no, así que quiero ser el primero en darte algo- 

Bruce siempre había sido su mejor amigo, la persona con la que pasaba la mayor parte del tiempo ya que sus padres los habían inscrito en las misma escuelas desde que eran muy pequeños y juntos habían creado una amistad genial. A pesar de ser completamente diferentes en actitud, eran como un complemento y estaba seguro que si no tuviese ese amor de hermano hacia Bruce, seria la pareja perfecta.

Abrió la caja, adentro había un reloj de bolsillo, bastante anticuado y raro para ser un regalo pero al abrirlo, este emitió una luz azul. El interior del reloj era sorprendente, ademas reconocía eso de Doctor Who.

-Esto es genial- sonrió mientras lo revisaba entero, era de los mejores regalos que había recibido.

-Me alegra que te gustara, la verdad fue un poco complicado encontrarlo- sonrió mientras abrazaba a Tony y este aceptaba feliz- feliz cumpleaños, Tony...-

SAVE MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora