Boy Luv in Tokyo -JimSu- [1]

Capítulo 18: Pétalos Marchitos Pt2

Al final, después de tanto llorar, YoonGi se había quedado dormido. JiMin le observaba sentado junto al escritorio. El rostro de Yoongi era tenuemente iluminado bajo la luz que proyectaba la lámpara de escritorio detrás de JiMin. YoonGi descansaba boca abajo con el rostro hacía el con sus mejillas ligeramente sonrosadas. Su respiración era lenta y pausada, de vez en cuando inhalaba con mas fuerza antes de soltar un largo suspiro. JiMin descubrió que era algo mas que comenzaba a amar del mayor, su forma de dormir. Le dolía la cabeza sólo de dar vueltas a toda la discusión que habían tenido.

"...sin importar que te diga, debes comprender que YoonGi es mas frágil de lo que crees, no lo juzgues, solo te necesita a su lado..."

Esas fueron las palabras que SeokJin le dijó cuando tuvieron su llamada, al principio no había entendido pero supusó que no podría tratarse de algo tan grave. Mas equivocado no había podido estar. En ningún momento bajo ninguna circunstancia estaria preparado para lo que YoonGi le revelaria.

"¡Me violaron por cuatro malditos años de mi vida! ¿Estas satisfecho?"

Apretó los ojos y se estremeció. Una imagen desagradable apareció ante las oscuridad de su mente. Un YoonGi desnudo siendo profanado de mil maneras asquerosas.

"No te lo esperabas ¿Cierto? Pues si me cogieron quien sabe cuántas putas veces por qué después de treinta ya no me preocupe en contar..."

Su respiración se agitó con repetir la cifra. Sintió tanta ira que incluso tuvó miedo de si. Qué clase de monstruos albergaba el mundo que fueran capaces de cometer tal atrosidad. Pensó en YoonGi soportando tanto. Hasta que punto habían llegado con él. Que tan enferma debía estar una persona como para obtener placer de esa repugnante forma. Entonces lloró. Lloró en silencio con un dolor inmenso consumiendole su interior. Se clavó las uñas en su pecho tratando de calmar de alguna forma en ardor. Sufría porque ninguna persona se merecía un trato tan indigno, no había razón justificable para tal crimen. Se compadeció de su mayor, quería entender la manera en que cualquier persona pudiese tan siquiera vivir con una sola experiencia de esa indole.

"...después de treinta ya no me preocupe en contar..."

Más lágrimas escaparon y ya no pudó acallar su gemidos. Se cubrió la boca cuando YoonGi giró por sobre las sabanas con una mueca de molestía. El chico en la cama no se despertó pero la manera en que se comenzó a abrazar a si mismo puso en alerta a JiMin. Fue rápidamente hasta el. Creyó que el mayor estaba teniendo una pesadilla. Al tocarlo, aun por sobre la ropa, notó el calor que emanaba de su cuerpo. Entonces colocó el dorso de su mano en la suavidad de la regordeta mejilla. YoonGi estaba ardiendo en fiebre. Fue el momento en que JiMin recordó, YoonGi estaba empapado por la lluvia cuando se habían encontrado en la noche y jamás se quitó la ropa mojada. Rápidamente fue al baño tomando la pequeña toalla blanca para empaparla en agua fría.

Colocó la tela mojada sobre la frente de YoonGi. Fue en busca de algún medicamento que fuera útil pero el único que hayo en el botiquín del mayor ya estaba caducado desde hacía meses. Lo tiró en el cesto y salió de inmediato del apartamento.

La puerta siendo cerrada lo despertó para que pudiera encontrarse a si mismo sólo en la habitación. Buscó a JiMin pero ya no estaba, se había ido. Muy seguramente se había dado cuenta de la porquería con la que estaba lidiando y de lo poco que valía YoonGi como para soportarlo. Bien, era mejor así, se dijó a si mismo mientras temblaba. Lo repitió un sin fin de veces más pero eso no impidio que le doliera.

Creyó que no podría derramar mas lágrimas después de haberse deshecho en un mar hacia poco tiempo atrás sin embargo parecía que su cuerpo aun tenia una reserva especial. Sorbió por la nariz con la sensación de una gran espina clavandosele en el pecho. Había querido convencerse de que así debían ser las cosas. JiMin y YoonGi por caminos distintos. Todo sería mas fácil pero aun en el fondo de su corazón había esperado que JiMin se quedara tan como se lo había prometido.