Capítulo 47: Un Comienzo Juntos

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El nuevo departamento en realidad era pequeño pero si bastante amplio en comparación a su antiguos hogares. Habían tenido que ver demasiados lugares para dar finalmente con el piso ideal. Tuvieron que elegir entre un alquiler pequeño cercano a la universidad o un espacio amplio pero a varios minutos de la escuela. Terminaron por elegir lo segundo. Su nuevo hogar estaba en dirección contraria a donde ellos vivían en un principio pero el trayecto en tren no era demasiado tardado, si acaso dos o tres minutos más de viaje. Les gustaba el apartamento.

Su piso empezaba con una pequeña puerta gris donde, como en casi toda casa o apartamento en tokio, había una cerradura por clave. Inmediatamente entrando un pequeño pasillo, a la izquierda el baño con ufuro incluido y a la derecha una cocina con un refrígerador blanco pequeño y una mesa para cuatro en medio. Allí mismo se extendia la estancia y junto, oculta por una pared corrediza de madera la habitación que compartian ambos. Modesto, común y corriente pero más que suficiente para ellos dos.

La mudanza no fue difícil pues la mayoría de sus pertenencias resultaba ser casi solo ropa, algunos utensilios de cocina y platos, y también unas cuantas cajoneras. Habían decidido que lo único urgente de comprar era el futon, la nevera, un microondas y la mesa, así que ese era el unico amueblado hasta que pudieran comprar una sala y algunos otros electrodomesticos. Estaban bien. Así que en ese momento sólo les faltaban desempacar unas cuantas cajas más para hacer totalmente oficial la mudanza.

JiMin quien ahora era pelinegro sacaba los libros de YoonGi colocandolos en una pequeña bodega en la sala a la cual decidieron darle uso de librero. Los estaba acomodando según a su propio criterio y aunque YoonGi al observarlo sintió que su cuerpo se retorcía no dijó nada, respiró y guardó la calma, ya más tarde los reacomodaria el mismo. YoonGi abrió la penúltima caja llena en su totalidad con pertenencias del pelinegro.

-¿Estos son los chocolates que te dí? -Preguntó mientras sacaba los bombonetes dentro de su empaque.

JiMin le presto atención observando la caja que sostenia al aire, asintió.

-Pero apenas y te has comido tres. -Le dijó al termina de ver los huecos vacíos del empaque.

-Son especiales. -JiMin le dedicó una amplia sonrisilla cerrandole los ojos. -Así que sólo los como en ocasiones especiales.

¿Ocasiones especiales? ¿Si en la caja faltaban tres entonces significaba tres momentos memorables para él?

-Cuentame cuales fueron esos días especiales. -Preguntó curioso mientras seguia sacando las demás cosas para dejarlas en el suelo.

-Bueno, el día de mi cumpleaños me comí dos. -Ambos rieron por eso. - Y el tercero fue el día que finalmente volvimos. Ya sabes, formalmente de nuevo.

-Mmhh ya.

YoonGi asintió suavemente bajando la vista a los chocolates antes de que JiMin tomara la caja de entre sus manos llamando su atención.

-Y hoy comeremos otros dos. -Anunció comenzando a sacar los pequeños bombonetes de su sitio.

-¿Por qué? -YoonGi no encontraba obvio el momento especial.

-Por nuestro comienzo juntos. -El pelinegro dejo un tierno beso en la mejilla de YoonGi sacándole un pequeño bufido nasal que hizo arrugara su nariz.

-Eres un cursi pero no reclamo nada porque se me antoja uno. -Esbozó una leve sonrisa al estirarle el brazo. -Así que dame.

JiMin le dio un bombonete a YoonGi mientras el se quedaba con otro. Quitaron la envoltura metálica para después comerse el bocadillo a pequeños mordiscos, todo en silencio y tan comodo. YoonGi se saboreó los restos del chocolate en su boca mientras una pequeña idea daba de vueltas en su cabeza. No haría daño intentar.

-¿Me regalas otro? -Pidió cuando JiMin ya se estaba llevando la pequeña caja para guardarla en la alacena.

JiMin se detuvó a medio camino ¿No se suponía que YoonGi no le gustaban tanto los dulces? Parpadeó confundido asintiendo antes de tomar uno y dárselo. YoonGi agradeció y JiMin pudó guardar los chocolates. Escuchó la envoltura abrirse antes de voltear y ver a YoonGi con una mueca.

-Ya no lo quiero. -Dijó apretando sus labios en una fina linea. -¿Tu lo quieres?

JiMin le frunció el entrecejo ¿A que estaba jugando su hyung? Estaba por tomar el chocolate que YoonGi le extendía pero el pálido quitó la mano impidiendoselo. JiMin no entendió nada hasta que YoonGi esporádicamente se colocó el chocolate en la boca sosteniendolo delicadamente entre sus dientes. YoonGi alzó las cejas. ¿No vas a tomarlo?. Fue lo que JiMin leyó en aquella expresión traviesa.














































Con la espalda arqueada y sus labios pegados a su antebrazo YoonGi se corrió en un solo y largo gemido aferrandose a las sabanas con tanta fuerza que sus nudillos sobresalian blancos en su par de puños. JiMin también se dejó ir en el interior de YoonGi mientras succionaba el pequeño y delicioso pezón del mayor. Tan bueno. Después de eso JiMin se dejó caer al lado de YoonGi acomodandole la única prenda que aún conservaba, la playera gris, para cubrir el pálido y poco marcado abdomen. Contempló a su mayor notandolo repentinamente adormilado. JiMin le sacudió tomandolo por las caderas.

-Hyung. No te duermas. -Puchereó medio colcandose encima de el. -Se nos hará tarde para la película.

-Es que estoy cansado... -Le respondió a voz baja casi susurrando.

-Prometiste no quedarte dormido si lo hacíamos otra vez.

JiMin echo tiernamente los cabellos de YoonGi hacia atrás para despejarle la frente y dejar un pequeño beso en ella. YoonGi le arrugó la nariz con media sonrisa dibujada en su rostro.

-Solo dame cinco minutos más. -Pidió achinandole sus pequeños ojos gatunos, JiMin no podría negarse ante ese gesto y el ya lo sabia, manipulador. -¿Si?

Obviamente JiMin cedió y le dejó cerrar los ojos. Tomando la sabana cubrió lo que restaba de sus cuerpos desnudos abrazandolo por un rato hasta que YoonGi cayó completamente dormido. Ni siquiera se molesto, ya esperaba que sucediera aquello. No importaba, amaba ver dormír a YoonGi así de placido. El mayor casi siempre caía exhausto después de hacerlo. Y entonces era tan hermoso, con los ojos cerrados, las mejillas sonrojadas y sus labios entreabiertos ligeramente hinchados.

JiMin pasó su pulgar suavemente sobre la pequeña boca de YoonGi. Sus labios eran tan suaves. JiMin le dejó un beso sobre estos y después quedarse recostado a su lado mientras jugaba el pequeño dije de rompecabezas entre sus dedos, observando su rostro. El pelinegro también cayó dormido después de todo.











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Boy Luv in Tokyo -JimSu- [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora