Chocolate

1.9K 105 101
                                    

Negro, con avellanas, con leche, derretido, con nueces...

El español era adicto al chocolate de cualquier tipo, ciertamente a el no le hacía gracia los dulces, pero con el chocolate era diferente.

No es que lo tomara siempre, pero era el único dulce que le encantaba tomar, ya fuera para desayunar, después de comer, en algún momento de la tarde o después de cenar.

Si Aioros quería que Shura se pusiera contento, le traía un trozo de chocolate.

Ademas, era para beneficio de el sagitario, ya que usaba ese truco muchas veces debido a que el capricornio se encontraba tan feliz, que aquello acababa con una gran sesion de sexo en alguno de sus templos.

También el chocolate le funcionaba cuando el español se encontraba enfadado, triste o molesto.

Al principio se niega a aceptarlo cuando está en alguno de esos estados negativos, pero cuando Aioros le amenazaba con tirarlos o comerselos el mismo, reaccionaba y los aceptaba, perdonando al otro y volviendo a su estado normal.

-A este paso  cabra te saldrá diabetes- Comento un dia Death Mask burlón, cuando se juntaron en una reunión varios amigos en el templo de Sagitario.

El nombrado reaccionó mirándolo con ojos de enfado.

-¿Y a ti que te importa? Al menos no soy un alcohólico perdido- Contraataco molesto el español.

-Oh si, tienes razon, pero yo no me paso el dia comiendo chocolate, tu a este paso engordaras y el centauro no te querrá a su lado por lo gordo que estarás- Con una sonrisa macabra atacó en el punto sensible que sabía que afectaría al de la espada sagrada.

-¿¡Como te atreves!?- Indignado y furioso, concentró su cosmo, dispuesto a matar al de Cáncer. Los amigos de ellos dos estaban por levantarse e intervenir, más no hizo falta ya que en ese momento Aioros tocó la mejilla de Shura.

-¡Shura! Calmate, mira si lo dejas en paz te daré esta magdalena con crema de chocolate que tiene por dentro- Le dijo, enseñándole el pastelillo que traía en sus manos.

Como por arte de magia, el español apagó su cosmos y se tranquilizo.

-De acuerdo- Y ante la estupefacción de todos vieron cómo en verdad el arquero domaba a una fiera con solo enseñarle un pastel de chocolate.

-Si lo veo no lo creo...- Murmuró Milo atónito.

-¿Quien dice que la música calma a un animal? En este caso a mi cabra lo calma el chocolate- Comento con una sonrisa divertida Aioros, acariciando  el cabello verdoso/negro de su pareja con ternura, mientras este estaba entretenido comiéndose el pastelillo.

Momentos SagicornioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora