No sentía las piernas, sabía que estaba caminando en alguna dirección, pero, no podía comprender el rumbo que estaba tomando, ni mucho menos el motivo por el cual mi corazón estaba a punto de derrumbarse; mi mente había recibido un golpe tan duro y certero que se negaba a aceptar la realidad en la que se encontraba...
Sus gemidos llenos de placer y lujuria, resonaban con fuerza en mis oídos, obligándome a colocar las palmas de mis manos en mis orejas, y que de alguna manera, esos molestos y tortuosos ruidos desaparecieran; pero, nada lograba detenerlos...
Su voz era tan clara en todo mí ser que, era imposible contrariar el hecho que, en efecto, Bill prefirió los brazos de alguien más...
No entendía sus razones, sin embargo, su actuar me dejaba sin respaldo alguno para defender su conducta ante nadie...
¿Tanto le aterraba la idea de ser amado?
¿Se inclinaba más por la necesidad de sentirse atrapado en un cuarto del dolor, siendo tratado como un pedazo de carne, a amanecer acobijado en mis brazos?
¿Qué tiene eso de desastroso?
¿Por qué no podía verse de la manera en la que yo lo admiraba?
Una gota descendió por todo mi cuerpo...
Dirigí mi mirada arriba y me di cuenta que, al igual que mi alma, el cielo parecía estar llorando...
La lluvia que se desato fue tan palpable que, fue suficiente para hacerme reaccionar del letargo en el que me encontraba; comencé a correr para regresar a casa, y resguardarme de lo que parecía ser una tormenta poderosa.
Mis pasos eran acelerados, y no procesaba ninguna información, sólo corría, y mi único objetivo era llegar a mi departamento, encerrarme en mi habitación, y dormir...caer en un sueño que borrara las imágenes que sucumbían mis recuerdos, así, podría olvidarle, tenía que hacerlo, o si no, me mataría; el sufrimiento acabaría conmigo...
¿En qué maldito momento calaste con tanta fuerza en mí, Bill?
La puerta del edificio se hizo presente, cruce su entrada, subí por el ascensor e ingrese...
Los ojos azules de mi mejor amigo, me observaban con detenimiento y sin tener mucho cuidado de sus palabras, dijo:
- ¿Olvidaste los cafés por segunda vez en el día?
Me quede estático ante su cuestionamiento...
No pronuncie ninguna palabra, hasta que, fui demasiado osado y susurre:
- ¿Nunca seré suficiente?
- ¿Eh?
- ¿Alguna vez, aunque sea por un instante, alguien me amara de la manera en la que yo lo hago?
- ¿Tom?
- No tengo experiencia, soy despistado, me distraigo con facilidad, no me gusta el dulce, pero, no puedo vivir sin el café; disfruto de la lectura, y soy un fiel servidor del amor a la antigua...
- ¿De qué hablas?
- Prefiero atesorar antes que satisfacer, me agrada la idea de consentir a la persona que me gusta, soy ingenuo, inocente, sin embargo, no quiero cambiar mi forma de ser...
- Tú...
- Dime Andy.
- ¿Si?
- ¿Crees que sí me abandono a mí mismo, Bill volvería a mí?
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Submissive
Fanfiction"Sí las cadenas de mis principios te amarran, sí la razón de mi consciencia te acobija, sí mis dudas te perturban, sí mi inexperiencia te provoca, sí nuestros encuentros te regalan vida; entonces, tómalo todo, más que un acuerdo, que unas simples re...