El contacto de la seda, acobijaba mi piel con delicadeza, y aunque algo me advertía que debía despertar cuanto antes; la verdad, era que, mis sentidos aún se encontraban dormidos...
Los eventos que me llevaron a la situación actual, no concordaban del todo, pero, sólo una cosa era cierta:
- Advertencia.
Sabía, desde el momento en que Tom comenzó a leer aquel mensaje que, él vendría por mí...
Temía por la reacción que se podría desencadenar en él, en caso que me viera al lado de Tom, sin embargo, lo que más me angustiaba, era la posibilidad de no resistir sus palabras, y terminar por cometer un error irreparable...
Porque sí la estupidez del momento, me lleva a caminar de la mano con Jared, debo, sin oportunidad de retractarme; despedirme por completo de Tom...
El simple pensamiento, me obligó a despertarme de manera exaltada...
Mis ojos percibían los paisajes que estaban frente a ellos, y pensé...
Hace tanto que no estaba aquí...
Escuche como la puerta de la habitación se abrió, y tras de ella, la mujer que me salvó de no terminar con mi vida, el día en que descubrí que, Jared ya no estaría más para mi...
- Tía.
- ¿Cómo te encuentras?
- Algo mareado, pero, ¡No, espera un segundo! ¿Por qué estoy aquí? Es más, ¿Dónde está Tom, Tanya y el rubio?
- Tranquilo, nadie se encuentra lastimado.
- Pero...
- Bill, debemos hablar.
La frase que a nadie le gusta escuchar...
Y si a eso sumamos el tono de su voz, diría que, ella se enteró de algo que va a perjudicarme...
Me levanté de la cama con suma lentitud, pues el efecto de lo que sea que nos hizo perder la consciencia, aún estaba presente en mi organismo; caminé hasta ella, la cual se disponía en el sillón que conectaba con un enorme ventanal, que te permitía visualizar el mar...
- ¿Qué sucede?
- Dime una cosa.
- ¿Si?
- ¿Qué fue lo que te dije?
- ¿Sobre?
- ¡BILL!
Bien, yo sabía de sobra a lo que ella se refería, pero, no deseaba ahondar mucho en el tema...
Son mis decisiones, ¿No?
- Tía...
- Bill, ¿Por qué nunca obedeces nada de lo que te digo, ah?
- Bueno, yo...
- ¿No sabes lo que le puede suceder a ese muchacho?
- ¿Qué?
- Tú sabes muy bien la procedencia de Jared.
- S-Si, pero...
- ¡Nada, Bill!
- ¿Y qué pretendes? ¿Qué me quede solo por el resto de mi existencia, sólo por el temor de que Jared aparezca y lastime a esa persona? Además, ¿Qué puto derecho tiene Jared sobre mí?
- Lo tiene.
- ¡NO LO TIENE!
- Bill, ¡LO TIENE!
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Submissive
Hayran Kurgu"Sí las cadenas de mis principios te amarran, sí la razón de mi consciencia te acobija, sí mis dudas te perturban, sí mi inexperiencia te provoca, sí nuestros encuentros te regalan vida; entonces, tómalo todo, más que un acuerdo, que unas simples re...