- ¿Y? ¿Qué tal estuvo?
- Intenso.
- Jajaja, ¿Eso es todo lo qué dirás?
- Bueno, sí.
Sus ojos azules desprendían una especie de luz que me resultaba atractiva; no sabía con certeza el motivo, pero de alguna manera, él se veía diferente...
Éste hombre que con su sola presencia logró adentrarse un poco en la muralla que he construido por años, posee un poder especial; me hipnotiza, pero, no me permite confiar, como sí me advirtiera que lo mejor sería no involucrarme con una persona como él, sin embargo, sus sonidos de alerta eran ineficientes, tan sutiles y casi inaudibles que...
- ¿Bill?
- ¿Si?
- ¿Te gustaría desayunar conmigo?
- ¿Cuándo?
- Mañana.
- Esto, yo...no sé tu nombre...
- ¡Oh! Pero, que idiota, soy Jared.
- ¿Jared?
- Un nombre poco común, ¿Verdad?
- Si...
- Es porque provengo de Alemania.
- ¿Alemania?
- Si.
- ¿Y cómo llegaste hasta aquí?
- Digamos que condiciones furtivas del destino.
- Claro.
- Pero no tienes motivos para preocuparte.
- ¿Ah?
- No pienso romperte.
- ¿Disculpa?
- En fin, ¿Te parece a las 9:00 am?
- E-Estaría bien.
- En tu chaqueta dejé un papel con la dirección y mi número, cualquier cosa puedes avisarme.
- De acuerdo.
Por un instante, sus labios se conectaron con los míos, mientras sus dedos acariciaban mis mejillas, y yo sólo podía palpar las nubes que comenzaba a alcanzar...
Era una conexión tan vehemente que no me venía la idea de resistirme a su contacto...
Jared nunca se comportó de una forma extraña, ni cambio sus cartas; siempre dejo en claro que, por más que él lo deseara, jamás sería capaz de amar a alguien, pues ese sentimiento no era más que una excusa barata para gozar de los placeres que la vida tenia por ofrecer; y hasta hace unos días antes de conocerle, yo pensaba igual; no obstante...
Los encuentros cada viernes, y los desayunos a primera hora de los sábados, se convirtieron en una rutina durante meses enteros; sólo, en algunas ocasiones, Jared optaba por algo más íntimo; realizamos algunos viajes, y conocimos ciertas experiencias juntos; pero ni aun en esos momentos, sentía un cambio en él, hasta que, una noche, tendidos en la arena de una playa local, comenzamos a hablar de un sinfín de perspectivas y de manera eventual, dimos con el motivo...
- ¿T-Tú lo dices en serio?
- Si.
- Jared...
- No necesito tú compasión, ni la de nadie, Bill.
- Pero...
- Es la vida que me tocó.
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Submissive
Fanfiction"Sí las cadenas de mis principios te amarran, sí la razón de mi consciencia te acobija, sí mis dudas te perturban, sí mi inexperiencia te provoca, sí nuestros encuentros te regalan vida; entonces, tómalo todo, más que un acuerdo, que unas simples re...