CARNAVAL

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La vida de padre soltero no era fácil pero era la que Iruka tenía, por eso ya que ese era su modo de vida iba a hacerlo bien. Desde luego no puede ser un buen padre uno totalmente solo; se necesita ayuda. Y aquella tarde sus compañeros del trabajo le ayudaron a terminar antes su trabajo para poder salir e ir a ver su pequeño al colegio, pues era ni más ni menos que el día de carnaval.

El grupo de niños y niñas de clase de Naruto tenían la temática de la jungla, lo cual era técnicamente inexacto pues había cebras, jirafas, tigres... y, cómo no, leones. A su sol le había tocado ser un fiero león y no podía estar más contento. Había pasado la semana preparando el disfraz y ayudándole a ensayar un corto baile que preparaba su curso.

Naruto pasó la semana rugiendo a todo el mundo y auto-proclamándose todo el tiempo el rey de la selva, dejándoselo claro a todo el mundo que se cruzaba, fuera el cartero, la cajera del supermercado o gente desconocida que pasaba por la calle.

La fiesta empezaba a las cuatro en punto.

A las cuatro y dieciséis Iruka aparcó el coche donde pudo, pues todos los demás padres se habían llevado los aparcamientos, bajó y salió corriendo para el colegio. Todo el mundo estaba en el recreo, había altavoces y niños correteando por todos lados. Por la megafonía escuchó anunciar que ahora bailarán los niños de segundo curso.

«Maldita sea», pensó. Naruto estaba en primero; se lo había perdido.

Lo buscó entre la multitud y le encontró junto con otros leoncitos y alguna que otra mona. Cómo de costumbre estaba peleando con ese niño que le molestaba siempre.

Papá Iruka corrió para desautorizar la pelea, pero mientras se acercaba otro hombre fue más rápido y se interpuso entre los chicos, agarrando a Naruto del brazo. Gesto que no le gustó en absoluto a Iruka, pues no había visto a ese hombre en su vida.

—¡Suélteme! —gritó el pequeño Naruto.

—¡Nada de peleas hoy! La directora está supervisando el evento.

—Ya estoy aquí —llegó Iruka y arrebató a Naturo del agarre de ese hombre—, ¿peleando con Sasuke otra vez?

Naruto se indignó pero no menos que Sasuke, aunque con su disfraz de cebra estaba demasiado bonito para parecer tan siniestro como de costumbre.

—Supongo que usted es el padre de Sasuke, un gusto conocerle por fin —pero no lo dijo con gusto realmente. No le había contentado nada ese hombre de mirada bicolor que había agarrado así a Naruto.

El hombre miró la mano extendida de Iruka, pero lejos de estrecharla se rió. Naruto también se rió, incluso Sasuke se rió. Iruka no, el no se reía.

—¿Yo el padre de un crío de estos? —preguntó quitándose una lágrima de risa del ojo—. No, ¡el cielo me libre!

—¿Entonces?

—Él es mi profe, Kakashi —dijo Naruto.

—¡Eh! Naruto, ¿ya te vas a casa? —gritó Kiba acercándose a él y mirando a su padre como pidiendo permiso.

Iruka se fijó en que ese niño iba de perro. No había perros en la jungla definitivamente, y los profesores de hecho habían insistido pero no hubo forma de hacer entrar en razon al niño.

Iruka le indicó que podía jugar un rato y se quedó charlando con su profesor.

—Yo soy Iruka y es un placer conocerle también a usted, me había preocupado un poco... Por fin le pongo cara, como nunca viene a las reuniones de padres —le recriminó.

Hacía tiempo que quería pillar por banda a ese profesor irresponsable.

—Ah, eso ya... porque son "de padres" ¿no? Es un poco confuso el nombre ¿debo ir yo? ¿no debo ir? No me queda claro...

SUPER PAPÁ 4x4 KAKAIRUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora