...tú eres mi sol

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Tras trece años de paternidad Iruka se había perfeccionado en tenerlo todo bajo control y eso significaba que era muy meticuloso con los gastos que se hacían, necesitaba tener bien claro cuánto dinero entraba y salía para guardar siempre un poco y asegurarse de que Naruto nunca pasara malos momentos.

Por eso había corrido al banco esa mañana al ver que había algo que no cuadraba.

«No puede ser, pagué la excursión. Lo recuerdo perfectamente. Será un error de ellos... Naruto se muere de ganas de ir. Todos los de clase irán y no se lo va a perder por un error».

—Disculpe —le dijo al señor del banco—, estos doscientos yenes los ingresé en la cuenta del colegio de mi hijo la semana pasada. Es para una excursión y el plazo cierra el viernes, por favor asegúrese de ingresarlo.

—Sí, le recuerdo y los ingresé, pero ayer por la mañana el colegio devolvió el pago.

—¿Cómo?

—Así es señor. Si tiene algún problema aquí nosotros no podemos solucionarlo, lo siento. Le recomiendo que vaya al colegio a hablar con el responsable.

"El responsable", quien fuera el responsable de eso ya podía temblar.

*****

Entró un poco calmado al colegio, tal vez incluso demasiado porque la conserje le paso con la administrativa y esta con el jefe de estudios, quien le remitió de nuevo a la administrativa, quien finalmente le mandó a hablar con el tutor de Naruto.

«Su tutor».

Un escalofrío recorrió la espalda de Iruka. Repateaba tener que hablar con aque altanero, engreído, con aires de gran maestro, cuando no era más que otro de los muchos vagos docentes que componían el profesorado de la secundaria. Habían pasado años distantes en los que hasta su guerra se había enfriado, pero no con eso se olvidaba realmente de él, y esperaba, que este todavía le recordara.

Tocó a la puerta del departamento de literatura pues su tutor era maestro de dicha materia y allí lo encontró cabeceando.

—Buenos días. Soy Iruka, el padre de Naruto.

Kakashi abrió los ojos. Ese hombre no necesitaba presentación; sabía bien quién era.

Estaba igualito, para lo bueno y para lo malo.

—¿Teníamos una cita?

Le miró con desgana sin bajar los pies de la mesa.

—No, pero...

—Pues pida una cita.

—Pero esque es urgente.

—En administración le concertarán una cita.

—Vengo de allá y es urgente le he dicho.

Kakashi suspiró resignado y bajó los pies de la mesa, invitando con ese gesto a que pasara.

Tras tantos años sin tratarle podía notar que el padre terremoto había perdido toda su capacidad de seísmo, estaba apagado como un viejo volcán estéril. Él también estaba más viejo y cansado, por eso le dio un respiro.

Iruka tomó asiento y, muy alterado, le explicó que había realizado el pago las fechas; todo correctamente pero que se lo habían devuelto.

—Sí, yo mismo lo solicité anteayer —contestó Hatake con toda tranquilidad.

—¿Por qué?

—¿Por qué? Porque Naruto no irá a la excursión, naturalmente.

Iruka se enervó de súbito.

SUPER PAPÁ 4x4 KAKAIRUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora