SUPER PAPÁ 4x4 KAKAIRU

«Mamá».

«Mamá».

Kakashi disfrutaba de unos segundos de paz antes de otra larga hora de tutoría con sus alumnos del 1-A; los más pequeñajos, los más malvados.

Pensaba así porque no solo eran terribles sino que quien ideó los horarios los diseñó de tal manera que sus dos tutorías eran antes de la clase de gimnasia y arte, respectivamente, de modo tal que siempre venían rebotados y excitados, con ganas de todo menos d sentar el culo en una silla durante una hora y disfrutar de la paz que da el silencio.

«Ahh...», Kakashi se frotó las sienes cuando tocaron a la puerta.

—Adelante, niños.

Como siempre todos entraron corriendo y riendo, con las manos todavía pegajosas y un olor preocupante a pintura.

—Mire, Kakashi-sensei —dijo una niñita de pelo rosa junto con su inseparable amiga rubia. Ambas mostraban unas cartulinas mal recortadas en las que se suponía que ponía "Te quiero, mamá".

—¿Le gustan? Venimos de clase de dibujo y este finde en el dia de la madre así que hemos hecho esto.

Kakashi las miró a fondo. No, claro que no le gustaban; la técnica con el lápiz era pobre, el coloreado y contorneado impreciso y los recortes desparejos. Pero hacía tiempo que había aprendido a las malas que los niños de cinco años no necesitaban críticas tan precisas de arte respecto de sus trabajos, así que solo sonrió.

—Son preciosas, vuestras madres se alegrarán, supongo.

—¡Gracias!

—¿Quiere ver la mía? —preguntó otro alumno y en carrerilla se fueron sumando todos los demás de la clase, impacientes por tener la aprobación del tutor. Bueno, todos menos uno, un rubio que solía ser el más gritón ahora estaba callado, sentado en su pupitre con el ánimo por el suelo.

Cuando le vio así se dijo a sí mismo que esa era la oportunidad perfecta para no tener que ver las monstruosidades plásticas de sus alumnos, pero no podía negarse que en el fondo tenía sentimientos y le dolía ver así al chico.

Sobretodo porque sabía qué le pasaba; porque también le pasó a él.

Así que se quitó a la jauría de encima fingiendo que tenía que ir a buscar un paquete de folios y otros materiales, para una actividad que harían luego y pidió a Naruto que le acompañara para llevarlo todo.

—Gracias por ayudarme, Naruto —comentó mientras caminaban a la sala de plástica—, por cierto te pasa algo.

Naruto solo negó con la cabeza, así que Kakashi se detuvo y se agachó para verle a la cara.

—Eh, Naruto, si tienes algún pensamiento puedes expresarlo conmigo, ¿vale? Sabes que yo no cuento nada, soy muy vago para andar con cotilleos.. —bromeó para tratar de hacer sentir mejor al pequeño. Y de hecho funcionó porque se sintió animado a hablar.

—Es que... Todos están haciendo tarjetas para su mamá y yo... Yo no tengo mamá —apartó la mirada e hizo un mohín.

—Ya veo... pues ¿sabes una cosa? Yo tampoco tuve madre.

Naruto abrió mucho los ojos y llevó la mirada hasta Kakashi, con mucha sorpresa.

—Me crié como tú; solo con mi padre y pensaba lo mismo: "Ojala tuviera mamá", "¿Por qué todos tienen y yo no?" Ya sabes lo que es... y es triste no te diré que no, pero... —Kakashi se detuvo a pensar un segundo en algo no demasiado superficial pero no demasiado intenso para un niño tan pequeño—. Naruto, nunca olvides que tu padre te ama. Que le tienes a él para todo.

Naruto hizo un puchero; eso era verdad.

—Así que cuando estés triste, sobretodo cuando te pongas triste por oír a otros hablar de sus madres, piensa en tu padre y en todo lo que hace por ti y verás que tú también eres afortunado... —sin quererlo pensó en su padre y tuvo que contenerse y sacar una sonrisa—. Sé que tu padre nunca te va a abandonar así que no tienes nada que temer. Solo tienes un papá sí... Pero tienes un super papá que vale por mil.

Naruto asintió varias veces con la cabeza, él también se había emocionado.

Al verle sonreír, Kakashi por fin pudo respirar, así que con normalidad se puso de pie y le revolvió el cabello.

—Venga, regresemos al aula.

—Pero habías dicho que necesitábamos material para una actividad.

—Eh...

—Kakashi-sensei ¿haremos la actividad verdad? Kakashi-sensei espere, no corra, ¡a la clase de plástica no se va por ahí!