mi único sol

7.2K 954 813
                                    

Nunca había sido cotilla, de hecho siempre le había dado bastante igual el igrar del mundo a su alrededor y todos los problemas de los demás bichos vivientes, pero aquella mañana no pudo evitar meter la oreja en una conversación ajena a él.

La reunión con la directora y el jefe de estudios con Iruka estaba siendo un desastre, lejos de ayudarle le estaban desanimando todavía más, con consejos que casi rozaban la amenaza, al decirle que a ese ritmo Naruto sería expulsado del centro.

Kakashi disimuló junto a la máquina de café cuando la puerta del despacho se abrió y un -muy- abatido ex-padre todoterreno salió por ella.

Al verle pasar no le dijo absolutamente nada, solo agachó la mirada y salió con prisa.

Tal vez y solo tal vez, pensó Kakashi, Iruka necesitaba una ayuda. Y por la expresión de su rostro, le valía cualquier ayuda.

Sin mucha esperanza sacó dos cafés largos sin azúcar y salió al aparcamiento.

Hacía un par de días que había empezado a llegar el frío y un aire helado se levantaba a esas horas tontas de media mañana. Aún así Kakashi encontró a Iruka apoyado sobre el capó de su coche, mirando sin mirar el descampado de enfrente del colegio.

Necesitaba pararse y respirar antes de centrarse en un Plan C que le hiciera remontar. Calculaba sus recursos para lograrlo, pero él siempre había tenido solo dos manos y nada más.

—Hey, aquí no se puede fumar... —dijo Kakashi como saludo.

No sabía por qué había ido hasta ahí, mucho menos sabía qué decir.

Iruka giró el cuello y nada más verle acercarse fue a apagar el cigarro, pero Kakashi sonrió.

—Es broma... —se sentó junto a él y le ofreció uno de los dos vasos de café.

—Gracias... —dijo Iruka agarrando el café. Con un gesto rápido sacó la pitillera y quiso ofrecerle un cigarro.

Kakashi alzó una mano negando.

—No puedo. Asma. Y tú... no sabía que fumabas.

—Solo cuando...

Cuando la vida le superaba, pero no sabía si quería explicárselo a él.

—¿No tiene clase?

—Dos horas libres.

—Qué bien se vive de profesor... —quiso bromear pero sonó cansado. Tiró el cigarro al suelo y lo apagó con el pie.

Ambos se quedaron callados, sorbiendo sus cafés a ratos.

—Oye, Iruka, nos conocemos de hace años y quería disculparme por las cosas que te dije el otro día. Creía que... Bueno, antes discutíamos por todo ¿recuerdas? Y solo buscaba picarte como entonces, no...

—Lo sé, pero yo me enfadé de verdad y me molestó porque era verdad —hablaba sin apartar la vista del frente. Como si en lugar de a Kakashi se lo dijera a sí mismo.

—Para nada.

—No se se sienta mal... Pensé en todo lo que me dijo y tiene razón. No he sabido criar a Naruto.

Kakashi entonces se sintió incómodo. No sabía qué decirle a ese chico. ¿Consolarlo? ¿Quitarle hierro? Ahora se daba cuenta que realmente no lo conocía tanto como creía.

—Eh... No, no te derrumbes ahora.

Agarró el café fuerte con la izquierda y llevó su derecha al hombro de Iruka. Lo golpeó un par de veces y luego la dejó ahí.

SUPER PAPÁ 4x4 KAKAIRUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora