Aunque no quiera admitirlo, y tampoco me guste, siempre hubo alguien cuidandome. Siempre.
"Dattebane" estaba abierto. Y me alegra decir que comenzamos a tener clientes.
-Quiero un pastel de fresas para llevar-. Ordeno una señora regordeta con demasiado maquillaje y tono altanero.
-"Al parecer, hoy en día la palabra 'por favor' ha pasado de moda"-. Pense molesta, trate de no mandarla al diablo y fingi una sonrisa -Su orden estará lista en 15 minutos, si gusta puede esperar en las mesas-. La señora me miro por ultima vez y se sentó, con mucha 'elegancia' en una de las mesas de manteles celestes.
Me aleje de la barra para ir a la cocina. Cada día, los clientes de 'Dattebane' crecían y yo y el pequeño Naruto no dábamos abasto (bueno, Naruto en realidad no trabajaba porque eso era explotación infantil). Pensaba seriamente en conseguir a alguien más, pero no quería a ningún idiota en mi cocina.
Naruto entraría a la academia en menos de dos semanas, por lo que para él, todo era un entrenamiento; desde lavar los trastes a limpiar en tiempo record su habitación.
Yo no podía ayudarlo mucho en su entrenamiento físico, pero si podía guiarlo mucho en la teoría. Aunque Naruto no era un genio intelectual, entendió rápidamente los conceptos básicos. La posesión de dos chakras totalmente diferentes complicaban los ninjutsus del Uzumaki. El equilibrio y domincion de ambos chakras tan fuertes era imposible para el niño sin una enseñanza adecuada; un sensei que le enseñara a utilizar el chakra del kyūbi adecuadamente.Volví con el pedido de la señora altanera ya envuelto. Se lo entregue con la misma sonrisa falsa, le cobre lo correspondiente y le desee un buen día. Dos mujeres kunoichi se sentaron en las mesas, ordenaron té y muffin de manzana
-"Por Kami-sama, yo preparo esas cosas, pero ¿cuál es el chiste de comer un postre de frutas?. Al diablo la dieta ninja"-. Negué con la cabeza y le sonreí al recién llegado
-Bienvenido a "Dattebane", Asuma-kun-. El Sarutobi me sonrió divertido y se acerco a la barra
-Valla, así que ___-hime tiene una pastelería ¿quién lo diría?-. Dijo Asuma con un cigarrillo en su boca, me sorprende que esa cosa no se cayera
-¿Y qué? ¿Viniste a buscar chocolates para Kurenai-chan? ¿Ya decidiste declararte?-. Pregunte burlona y haciéndolo sonrojar
-Ja, ja. Tú siempre tan comediante-. Yo le sonreí con los ojos cerrados y mostrando mis dientes -Mi padre me ha mandado, quiere media docena de muffin de vainilla y fresa. Y por mi parte, me gustaría galletas de mantequilla y de chips, por favor-.
-Aww, que lindo. Tomaras el té con tu papi-. Él bufo molesto y desarreglo mi cabello -Oye, tarado. No despeinas a una chica, así jamás te casaras con Kurenai-. Le dije con fingida molestia y acusándolo con el dedo
-Ya callate y ve a ponerte otra cosa. Ese vestuario no es muy apropiado-. Me dijo con el seño fruncido y los brazos cruzados. Yo puse dramáticamente mi mano en mi pecho
-Que insulto, Sarutobi Asuma, que insulto. Yo me veo fa-bu-lo-sa-. Di vultas sobre mi misma para que aprecie mi hermoso kimono corto de color rojo y detalles dorados, bordes negros, mientras que la parte de adentro era de color blanco y era unos centímetros más largos que el el haori rojo, llegaban casi a mitad de mis muslos. La cinta era negra con detalles dorados y se ajustaba a mi cintura, haciendo que mis senos resultarán más de lo que normalmente hacían. Mi anatomía era similar a la de Tsunade, sólo que era más baja y mis pechos no tan grandes. Mi vestuario quedaba maravillosamente completo con calcetines negros hasta mitad de mis muslos, sandalias con tacon rojo y el collar del Nidaime.
Asuma me miro con un tic en su ojo izquierdo
-Ve a preparar las ordenes, ___-. Le saque la lengua burlona y comencé a preparar las ordenes.
Asuma siempre ha sido un poco sobreprotector conmigo, como un hermano mayor. Era diferente a Gai, con él yo podía divertirme y él me apoyaría en cualquier estupidez; Asuma haría cualquier cosa por mantenerme a salvo. Desde criticar mi ropa a enfrentarse él solo a un grupo de Uchiha's usuarios del sharingan
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🍥La Senju Fracasada; Kakashi Hatake🍥
أدب الهواةSer una Senju y no poder utilizar ninjutsu ni gensutsu y ser un asco en el taijutsu, era, sin duda, una verdadera humillación. Agregenle a eso ser la nieta de el Segundo Hokage, Senju Tobirama, el gran creador de jutsus impresionantes como el Edo Te...