AMOR UNIVERSITARIO.

Abby

 Tras una semana desde la llegada del nuevo y de que Lara rompiera con Dana, todo seguí­a en su lí­nea. Habí­a gilipollas por todas partes, Judith seguí­a siendo yonki, el profesor de economía estaba cada vez más bueno....¡vamos! Lo normal para mí­.

Tras recoger a algunos amigos, que al parecer no tienen el puto carnet para montarse en el autobús, ellos son los de siempre; Lara,Jason... Fuimos a la universidad, donde ¿Cómo no? Ya estaban los imbéciles de los otros esperándonos para sentirse bien antes de hacerse la paja del dí­a. Pero pasamos de ellos, me importan una mierda.

A primera hora tengo sociales ,que puta mierda. Encima la profesora nos tiene una pelusilla a Jason y a mí­ que "pfff". Aunque para ser una cuarentona no está nada mal ¿eh? Qué queréis que os diga, por mi me follaba hasta a una hormiga del camino, y es que encima todos los profesores están buenísimos, ¿no hace un poco de calor aquí­?

Sonó la campana que nos avisaba para irnos a clase. No sé por qué motivo Lara se alejó, últimamente está hablando mucho con Bela, la psicópata esa, que asco de niña, yo qué queréis que os diga, no la tocaba ni con un puntero láser.

Jason y yo entramos en la clase y nos sentamos en nuestros respectivos sitios. Minutos más tarde llegó la profesora, no, las dos velas negras no habían funcionado. Empezó a contar un tostonaco de algo llamado "Cantonismo", total creo que voy a suspender el examen. Es la única asignatura que suspendo después de matemáticas, todo sea dicho, que por mucho que yo le haga a ese profesor, ni una nota buena cae, que rancio. 

Después de soltar a la Inma (la misma charla de siempre) y de yo, como siempre pasar de ella como la piña en la pizza, tocó el timbre y POR FIN pudimos cambiar de clase.

Hasta aquí­ todo normal.

-¿Qué tal? ¿Te lo has pasado bien mirándole el culo a la profesora? - Soltó Judith por su repugnante boca.

-¿Qué pasa Judith, se te ha acabado ya el efecto de la cocaina y vienes a tocar los ovarios de buena mañana?- Dije. Le toqué donde más le duele, pero vamos, que sorpresa no fue, todo el mundo sabe que ella y su pandilla le dan al porro como si no hubiera un mañana.

-Atrévete a decírmelo a la cara en la calle, verás que sopresita,a ver si tienes huevos.- Dijo ella mientras se me encaraba y poní­a en frente de mí­.

-Cariño, huevos no tendré, pero los ovarios los tengo bien puestos.-Dije mientras ,como era habitual, no me achantaba ante sus amenazas.

Jason intervino en la pelea para separarnos, en cuanto dejó observar a Michael, algo que no pude ver muy bien por el barullo de gente a nuestro alrededor.

-¡Eh, eh, eh! ¿Qué leches está pasando aquí­? -Dijo mientras se entrometía como podí­a en medio de las dos y me separaba a mí­ de en frente de ella para evitar el contacto fí­sico.

-¿Mira quién está aquí­? ¡El tartamudo asqueroso del puto cafelito y el que el finde pasado se bebía hasta el agua de los jarrones!- Dijo Judith en un intento de hacerse la guay en frente de su "manada".

-¡Por ahí­ no, con mis amigos no, pedazo de mierda! - No sé como, pero un instinto salvaje ,que llevaba tiempo queriendo liberar, se apoderó de mi cuerpo, salté encima suya, como buena fan de spiderman, y le arresté un puñetazo en la nariz, haciendo que corriese un hilito de sangre por esta.- Mira el lado bueno, te he quitado de las drogas, ya no vas a poder esnifar cocaína. Deberí­as agradecérmelo- Dije encogiéndome de hombros-

-¡OSTIA tia, dale más fuerte! Quiero decir... te has pasado, vámonos antes de que llegue algún profesor.-Dijo Jason notablemente afectado por los sollozos que salían de Judith.