Ya No

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Duele, esa punzada en mi cabeza de verdad que duele, trabajo, universidad, vida amorosa. Demonios si que duele.
Mi vista viaja a las ecuaciones de variabilidad en el pizarrón, veo que el profesor habla pero no escucho nada, lo que si noto es el notable espacio que la gente toma hacia mi, pareciera que les doy miedo.
-yo que tu me hubiera tomado un descanso, las personas son muy metidas y ahora estas en boca de todos- claro como iba a creer que le doy miedo a ella, si me conoce de años. - no como de lo que dice la gente. -

-no dirás lo mismo cuando te empieces a sentir incomoda--concluyó levantando su perfilada ceja y apuntando en su libreta lo que decía el maestro. Las horas pasaron y si tenía razón ella, estoy molesta todos hablan de mi, estaban peleando por ella o se metió con los dos y se dieron cuenta, tantos comentarios y ninguno me defiende, en todos soy la mala.

-mirala que le habrán visto esos chicos. - escucho cuando pasó por los pasillos de mi universidad lista para salir. - solo es una zorr** más, pero que ni se acostumbre porque el peli negro va a ser mio. -

Frene en seco al escuchar, el sol estaba más brillante que todos los días, el estacionamiento estaba desolado, solo se veía la moto de Dem lejos, casi borrosa y mi amiga venia pisando e los talones, - como mier**a me dijiste--se me subió la adrenalina y mis manos empezaron a temblar cuando la voltee a ver, me harté ya me canse de ser la mala, la criticada, la que juega con los buenos hombres-zorr*a- mi mano ya estaba en su cara, mi amiga ya estaba agarrada con la de ella y mi autocontrol ya se había esfumado.

Solo se que nos separaron cuando los golpes ya se habían efectuado, mi ropa arrugada con algunos botones abiertos no dejaban nada a la imaginación de que color era mi brazier y Dem estaba a mi lado poniendo su chaqueta de cuero con su olor encima de mi, mientras decía algo, pero yo solo miraba como ella solo lo miraba él, hasta que el se dirigió a ella, la miro de arriba a  abajo y mi sangre hirvio.
-la próxima dejaré que acabe contigo- le dijo Dem con desdén a la peli negra haciéndola encojer, puso su brazo en mi hombro y empezamos a caminar a la moto. - demonios amiga le diste en su madre, te adoro- mi amiga saltaba a nuestro lado feliz- no la célebres karen que a ella también la golpearon--contestó Dem con su voz dura que intimidaba a cualquiera menos a ella- a la mierda, mejor cuidate tu que si sigues de pendej* este bizcocho te dará tu merecido-, diciendo esto se fue sacándole su dedo corazón--como odio a tu amiga.-sonreí, hay karen si las miradas mataran no te volvería a ver.


-ahora si explicame que paso hoy, como es posible que tengo que salir corriendo de clases porque me dicen que mi mujer se estaba dando de golpes con otra. - su mirada oscura me escudriña esperando una explicación.
-solo me cansé- contesto mientras me cambio de ropa sintiendo su mirada en todo momento.- de que te cansaste-responde abrazandome por detrás y poniendo sus manos en mi abdomen desnudo. - de todo, hasta de ti- y lo sentí tensarse, sus manos ya no tenían una suave caricia en mi abdomen si no un agarre aspero, sus labios ya no daban suaves besos y su respiración se sentía pesada en mi oído. Y temí y el lo supo.

Y no pude haber cometido un peor error.

ME FUI A VIVIR CON UN DEMONIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora