ME FUI A VIVIR CON UN DEMONIO

Aprendí Del Mejor

Solo veía golpe tras golpe, proporcionado en el rostro de Amón, sangre brotaba de su ceja y de su labio, mientras yo aterrada me encontraba en una esquina del cuarto con mi pie encadenado a la cama.

-crees que tendré piedad de ti, porque eres mi hermano.- decía Dem proporcionándole otro golpe en la mejilla.- no vales nada para mi.- otro golpe retumbaba en las paredes.- y tú, mi pequeñita.- se acercó a mi agarrando mis mejillas fuertemente.- solo te está usando, para vengarse de mi.-

No era el mismo Dem con el que hacia unas horas había hecho el amor, sus ojos estaban negros, su respiración era acelerada y estaba rojo de furia, parecía un demonio.

-Nunca te podrás alejar de mí, te mataré antes de que eso pase y a ti también.- gritaba en mi cara y con ímpetu señalaba a su hermano, ensangrentado y amarrado a una silla.

-Basta Dem, para, no me alejare de ti pero tienes que parar, vas a matarlo si sigues así.- su agarre era fuerte en mis mejillas y mis lágrimas terminaban en sus dedos.

-abogaras por él, preciosa.- susurro en mi oído, pasando su lengua por mi cuello y agarrando mi pecho demasiado fuerte.

Me miró fijamente advirtiéndome lo que iba a pasar, el no cambiaría, era un monstro y seguiría siéndolo. Ya no había escapatoria cuando sentí el fuerte golpe contra la cama y su peso aplastándome, sus manos estaban por todo mi cuerpo y yo solo trataba de defenderme inútilmente, mis mejillas recibían las cachetadas firmes de sus manos grandes, vi esos ojos azules hinchados por tantos golpes mirarme con terror se movía de un lado a otro tratando de zafarse de su amarre.

-Eres un infeliz, desgraciado. La violaras enfrente mío, porque no aceptas que ya no te ama.- gritaba encolerizado.

La risa del hombre que yo amaba lo corto y con una orden a su guardaespaldas este empezó a salir de la habitación, los insultos de aquel hombre de ojos azules los escuchaba lejanos mientras se resistía a salir y dejarme sola con el demonio mismo que hacía con mi cuerpo lo que se le venía en gana.

……….

DEM

Los ojos azules de mi padre me miraban fijamente, ese hombre al cual llamaba padre me enseño a ser un demonio cruel y despiadado, sus ojos pasaban de mi a mi hermano lleno de moretones en toda su cara. Había llegado a sacarlo de la habitación en donde lo tenía encerrado, saco al hermano de Steph y lo mando a no sé dónde, ahora nos tenía sentados en mi lujosa sala intercalando su fría mirada de mi estúpido hermano a mí.

-Ibas a matar a tu propio hermano?- dijo sereno inhalando el humo de su puro.

-Aprendí del mejor.- su sonrisa apareció

- y tú- señalo a mi hermano - no te defendiste.-

-no dirás eso cuando el que esté muerto sea él y no yo.- estaba rodeado de ojos azules pero los únicos que querían matarme me taladraban con la mirada mientras yo sonreía.

En anciano sonreía mirándonos.- todo esto por una estúpida mujer que pueden encontrar en todas partes, solucionen esta mierda, solo no quiero que armen escándalos por todas partes, tengo una reputación que cuidar, compártanla y todo solucionado.- decía mientras apagaba su abano en el cenicero.

-Ella es mi mujer- dije mientras mis dedos se clavaban en el costoso cuero de mi sofá.

-No por mucho.- dijo Amón a mi costado incitándome.

- basta ya, si no van a dejar esta pelea estúpida, yo le pondré fin

…………..

Fue la peor noche de mi vida y esos es mucho decir sabiendo que llevo encerrada en esta casa meses, había sido tan dura que no podía abrir los ojos, me encontraba en el suelo aun con mi pie encadenado, me dolía respirar y ni siquiera podía moverme, llevaba días sin comer pero el siempre venia ebrio a castigarme.

Acababa de marcharse después de una brutal sesión de castigos y dejo en mí un  profundo dolor en mi parte abdominal, mientras sufría vi como la puerta era abierta estrepitosamente y como una sombra me cargaba en sus brazos para sacarme de aquí.