ME FUI A VIVIR CON UN DEMONIO

No tienes mas amenazas.?

la noche se asomaba por mi ventana, la luna reflejaba mi habitación entera gracias a ese gran balcón que daba a un extenso bosque frondoso. mis pensamientos deambulaban en que seria de nosotros dos en un futuro, en donde terminaría yo si es que sobrevivía a este juego de dos malcriados peleando por su juguete.

Me asustaba el futuro y ya no quería estar ni con Amon que quien sabe como reaccionara cuando se entere de la pequeña criatura que esta creciendo en mi, ni con Dem que lo utilizara para que no me separe de su lado jamas. Me entristece pensar en como fue concebido y aunque llegara a este mundo dañado y oscuro de mi parte no le faltara nada. 

El sonido de la puerta abriéndose cuidadosamente me hace voltear y mirar a Amon con una bandeja de comida.- Vienes a alimentar a tu prisionera.- escupo con crueldad mientras el me mira cansado.

-No eres mi prisionera Steph, eres la mujer por la que me preocupo.- dice dejando la bandeja en una mesa que hay en la habitación y caminando hasta quedar enfrente mio, aun la luna nos iluminaba por completo.- Por la que e puesto en peligro todo solo por tenerla a mi lado.- acaricia mi mejilla delicadamente para dejar su mano posada ahí. 

-Entonces déjame ir Amon, me agradas, puedo decir que hasta me atraes, pero no va a funcionar, quiero ser libre, quiero terminar mi universidad, quiero salir sin temor y no lo haré aquí contigo.- me aparto mirando hacia el frió bosque.

-No puedo hacer lo que me pides, no dejare que te vallas de aquí, tienes que estar conmigo, mira todo lo que he hecho por ti, no permitiré que te vallas.-grito tan fuerte cogiéndome los hombros con brusquedad.- me quieres dejar para irte con el de nuevo.- su agarre paso a mi garganta mientras con fuerza me presionaba contra la pared.- Porque me obligas a ser como el-

-Estoy embarazada.-dije como pude su mirada ya no era de furia, era de hielo, como analizando la situación.

-No dejare que el se salga con la suya.- su boca choco con fuerza contra la mía, mientras me depositaba en la cama con dureza.

Mi corazón estaba desbocado, mientras Amon recorría mi cuerpo y yo no se lo impedía, las sensaciones que me hacia sentir con su maestra boca me prohibían racionar de lo que estaba a punto de suceder, ya no había nada, ni ropa y el choque tan esperado de nuestros sexos sonó con fuerza haciéndome retorcer de placer, ya no había culpa, no había nada, no pensaba si quiera solo me dedique a sentir placer con alguien que aunque no lo amará me hacia sentir muchas cosas.

El sexo no fue dulce, ni delicado, fue rudo y lleno de necesidad, no estuvo mal, pero cuando acabo solo se convirtió en eso, sin ningún tipo de sentimientos, no quería compararlos pero mi mente y corazón me traicionaban; Que idiota soy.

Su brazo me atrajo a estar encima de su pecho desnudo. -No te dejare Steph no te entregare a el y tampoco seras libre, porque si no te tengo, el tampoco.-su voz dio escalosfrio me amenazaba después de acostarse conmigo.

-No tienes mas amenazas.?- me senté en la cama decepcionada de mi misma por haberme dejado llevar.

-No es una amenaza, es una realidad que depende de las decisiones que tomes.- un beso humedo se sintio en mi hombro.- Se inteligente yo soy tu mejor opción. 

-No, eres igual de cabrón que tu hermano.- me levante ofuscada mi piel la alumbraba la luz de la luna, ya no tendría miedo les haría frente a estos dos.

Su fuerte cuerpo me volvió a estampar contra la pared mientras esos dedos que me recorrieron volvían a tocarme en aquella zona sensible.- No cariño, yo soy peor.- finalizo con su lengua en el lóbulo de mi oreja para después marcharse saboreando sus dedos, un hijo de p..ta total.