Hanna Lombardi.

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Regresaría a casa después de años fuera, las clases habían acabado y mi padre había mandado el dinero suficiente para pagar todo el viaje de vuelta a Italia, era hermoso volver a mi tierra natal, pasar 3 años fuera de casa era abrumador y más cuando creí que regresaría cada año y en lugar de eso tan solo esta vez podría volver, me encontraba en el aeropuerto esperando a que mi avión saliera cuando un grupo de 3 chicos entraron, para ser un aeropuerto estaban siendo bastante pasientes con los chavales.

—Lagargaos — les dijo un hombre de traje.

—¡Vamos tío! Que no se irá — le decía un chico rubio al de traje.

—Ya te lo dije, no es decisión de ustedes — les respondió el hombre.

—Lo dejaron y se fueron, solo deja que baje — Un peliazul se había metido en la discusión.

—¡Que no! — les volvió a decir el hombre.

—Joder... Me pones las cosas complicadas — le dijo el chico rubio.

No entendí muy bien lo que sucedía pero algo me decía que era mejor no tomarle importancia, sin embargo fue imposible pasar de eso cuando uno de los chicos golpee al señor de traje y lo tumbo al suelo, fue hasta entonces que la seguridad de lugar empezó a actuar, bastante tarde a decir verdad, el joven peliazul comenzó a correr y alcanzo a entrar a la sala abordamiento sin boleto ni nada, no pasaron ni 5 minutos cuando el chico venía de regreso pero no estaba solo, otro joven lo acompañaba.

¿Quien era? ¿Por qué se me hacía tan conocido? El chico que acaba de bajar del avión tiro el boleto, este quedó frente a mí, me quedé observando las acciones de esos 3 chicos y la chica que llevaban con ellos tambien.

El chico pelinegro que acaba de desabordar se había encargado de dejarle unos billetes al señor que aún estaba tirado, una vez termino de hacer sus tonterías salió del lugar con sus colegas.

Volví la vista al boleto y lo levanté.

—Zen Nicholai.

Era un nombre extraño pero que sin duda ya había escuchado.

—Nico...

Se parecía, tenía sentido... ¿Pero que importaba? ¿Acaso pensaba hacer algo?

—¿Qué haces Hanna? — me dije y dejé caer al suelo el boleto nuevamente mientras esperaba poder abordar... Mientras mi cabeza daba vueltas con miles de recuerdos en donde ese nombre retumbaba por todas partes...

TCDRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora