[IV]

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«Zen: ¿Yo para que quiero su número?

Levi: Solo tenlo ahí joder, deja de quejarte.»

Zen: ¿Que estoy haciendo? Soy pésimo en estas cosas, solo me meteré en malditos problemas.

Habían pasado 2 horas desde que Healy había llegado y 40 minutos desde que había hablado con Hanna, el pelinegro se encontraba en su habitación dando vueltas al rededor de su cama, tenía el móvil en la mano, en la pantalla se podía ver el nombre de “Leyla”, su número yacía en la pantalla, lo único que faltaba era presionar “Llamar”, el negro azabache no lo pensó más y presionó la pantalla del móvil.

Se escuchaba la bocina del otro lado del teléfono, se le hacía algo imposible que respondiera o eso era lo que esperaba en parte.

Leyla: ¿Si?

Zen: Hola... Eh, ¿Eres Leyla no?

Leyla: Si y tú eres Zen ¿No?

Zen: Si ¿Como lo sabes?

Leyla: Tengo registrado tu número en el móvil.

Zen: Levi...

Leyla: Así parece.

Zen: Lamento mencionarlo yo solo... Lamento todo lo que paso, quería saber si estabas bien.

Leyla: ¿Te preocupa?

Zen: No exactamente... Solo creo que es...

Leyla: Intentas parecer un chico malo a igual que él ¿No es así? A ninguno de los dos le queda... Creo que a ninguno de los que estaba ahi.

Zen: ¿Si? ¿Como sabes eso? No nos conoces.

Leyla: Tienes razón pero si lo fueran tú no me estarías llamando.

Zen: Quizá todo es parte de lo mismo, me hago el chico bueno para tenerte en mi juego y así abusar de tu inocencia.

Zen acababa arruinar las cosas, lo sabía y solo soltó un suspiro, espero escuchar el sonido del corte de la llamada, sin embargo a cambio escucho una tierna risa al otro lado del celular.

Leyla: Gracias por preocuparte, estoy bien, entre él y yo no paso nada, Zen.

Zen: ¿Qué?

Leyla: En tu amigo ¿no? Deberías saber que no lo haría.

Zen: Si es verdad... –Estaba un poco sorprendido y aliviado, fuera de eso se concentró en la voz de ella, el como hablaba de Levi y no pudo evitar preguntar —Leyla tú... ¿Te sientes atraída por él?

Leyla: Yo no... No estoy segura de nada justo ahora y tampoco sé porqué te lo digo, ni a mis amigas se lo he dicho.

Zen: Es porque no nos conocemos ¿Que podría decir yo de ti? Todo es por voz y apenas nos hemos cruzado... No sé si me explique.

Leyla: Si, un poco pero si.

Zen: Bueno... Me alegra que las cosas estén bien, detestaria saber que estás mal y pues que no pude hacer nada...

TCDRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora