[II]

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Leyla se había marchado, Hanna se encontraba recostada sobre su cama viendo el número que Leyla le había mandado la noche anterior, se le había pasado preguntarle de quién era, con todo lo que había contado la cabeza de Hanna había dado muchas vueltas, no quería ni imaginarse como estaba ella.

Suspiró y se decidió a llamar, si se lo había mandado debía haber alguna razón, no hacía las solo porque si. No lo pensó más y marcó el número.

Zen: ¿Hola?

Hanna: Hola ¿Quien habla?

Zen: Quien pregunta eso soy yo, tú me llamaste.

Hanna: Soy Hanna, Hanna Lombardi.

Zen: ¿Hanna? Soy Zen... Nicholai ¿Cómo es que tienes mi número?

Hanna: Leyla me lo paso ¿Cómo es que ella... Oh por dios...

Hanna se quedó callada por unos segundos, ¿Acaso a él se refería? ¿Como era posible que tuviera su número? Había dicho que era un patán y aunque la peliverde no quería sacar conclusiones de Zen, encajaba un poco.

Zen: ¿Hanna? ¿Sigues ahí?

Hanna corto la llamada con rapidez y dejó el móvil sobre la cama, bajo las escaleras enseguida, Abezi se encontraba recostado sobre el sillón igual que siempre.

Hanna: ¡Abezi!

Abezi: Tengo playera.

Hanna: No es eso, tengo que preguntarte algo.

Abezi: Dime.

Hanna: Abezi... ¿Que probabilidades hay de que Leyla se encuentre con un chico que acaba de conocer que para acabar fue por mi culpa y quizá si no le hubiese hablado esa vez y tú hubieras ido por mi todo se hubiera evitado?

Abezi: Perdona ¿Cual fue la pregunta?

Hanna: ¿Qué probabilidades hay de que...

Abezi: ¡Hanna! Eso no me dice nada, no voy a desifrar la pregunta, se clara sabes que desvarío mucho.

Hanna: Creo saber con quien estuvo Leyla.

Abezi: ¿Que te preocupa?

Hanna: No lo conoce y bueno... Yo tampoco pero más que ella si y no creo que sea bueno que se vean para ver si hay química así que...

Abezi: Oh, quieres cambiar su opinión, ella como quiera está dudando mucho así que no te preocupes, pasará mucho antes de que lo vuelva a ver.

Hanna: ¿Estás seguro de eso?

Abezi: No pero digamos que si.

***

Leyla después de salir de la casa de la fraternidad se dirigió al centro comercial, tenía que pasar por su hermana, sus padres habían salido de viaje ya que la lluvia estaba empezando a atrasar sus negocios y con todos los vuelos cancelados habían tenido que salir en auto con los dos choferes que tenían, no habían tendido tiempo de contratar a otro así que Leyla se encargaría de su hermana.
La castaña llegó hasta el estacionamiento de dicho centro, le mando un mensaje a su hermana y espero.
Pasaron 10 minutos cuando alguien tocó la ventana del auto, Leyla la volteó a ver y ahí estaba su pequeña hermana esperando a que quitará el pestillo para poder entrar, Leyla lo hizo y su hermana subió a la parte trasera del auto.

Leyla: No soy tu chófer.

Cambridge: Lo sé, ellos ya tiene el pestillo retirado para evitar que me siga mojando.

TCDRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora