[Part III]

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Shiva aparco el automóvil frente al edificio de Seiv y se volvió hacia Hanna.

Shiva: Dame unos minutos, iré por él.

Hanna: B-Bue... Está bien.

El pelinegro sonrió y bajo del auto, con rapidez camino hacia el edificio, aún llovía con intensidad.

Al entrar en el edificio tuvo que dirigirse hacia las escaleras puesto que el ascensor no servia.

Shiva: Vives entre la mierda igual que siempre Seiv...

Se decía a si mismo mientras subía las escaleras. Mientras tanto dentro del automóvil, la peliverde se encontraba en el asiento esperando a su compañero, se sentía algo nerviosa y se arrepentía un poco de haber subido al auto con él, sin embargo, si no fuera por él seguiría en el aeropuerto.

Hanna: Estúpido Abezi... No le dijo nada, su flojera pudo más que mi seguridad, como detesto esa parte de él.

Mientras esperaba a que Shiva volviera revisaba su celular, el cual tan sólo contaba con 10% de batería, pensaba pedirle a Shai un cargador cuando volviera, hasta entonces volvió a bloquear el móvil.

Comenzaba a sentir algo de frío, habían ráfagas de viento que entraban un poco por la ventilación y le erizaban la piel, intentaba ignorar el frío y la tormenta hasta que un rayo cayó a unos metros del automóvil haciendo que las alarmas de varios autos más comenzarán a sonar, asustada por el estruendo Hanna había soltado un grito y había salido del automóvil con rapidez.

Entró al edificio el cual se encontraba en completa oscuridad, el rayo había apagado las luces de toda la manzana, Hanna no se había dado cuenta de nada ya que se encontraba asustada.
Una ves entró al edificio, al no conocerlo se tropezó y cayó al suelo con fuerza.

Al escuchar el ruido muy cerca, Shiva había bajado las escaleras con rapidez para ir a donde Hanna. Cuando se encontraba bajando el último escalón apresuró el paso para salir del lugar y encontrarse con la ya mencionada, sin embargo, cayó al suelo.

Shiva: Agh... Maldita sea.

Hanna: ¿Shiva?

Shiva: ¿Hanna? ¿Estás bien?

Hanna: Si... Sí, solo salí corriendo porque... cayó un rayo a un lado del auto y yo... ¡No veo nada!

Shiva: Tranquila, todo está bien. Sígueme seguro Zen tiene linternas allá arriba.

Hanna: ¿Él vive aquí?

Shiva: No, es el edificio de un amigo de ambos.

Se puso de pie y ayudo a Hanna a levantarse, la cogió de la mano con delicadeza y la cuido mientras subía las escaleras, no quería que se fuese a caer.

Llegaron hasta el piso 5, caminaron hasta el fondo del pasillo y se detuvieron en una habitación donde se escuchaba la risa de 3 personas, todos hombres... “Son ellos”, pensó Hanna. 

Shiva comenzó a tocar la puerta del departamento mientras decia:

Shiva: Ábreme basura.

La puerta se abrió y apareció un peliazul, era lo único que se distinguía entre la oscuridad, Hanna sabía que era al chico que había visto en el aeropuerto, su cabello resaltaba mucho.

Zero: ¡Llegó SHAITAAAAN!

Decía el peliazul muy alterado, Hanna no lo vio pero la expresión de Zero cambio cuando vio otra figura a lado de Shiva.

Zero: Y no viene solo...

Zen se asomó para ver y soltó una risa ligera al ver la silueta de una chica a lado de Shiva.

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