Parte 8

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Estaba ultimando con mi amiga los detalles del gran baile,
Ella ya se iba del King's y tú te despediste de ella con una sincero adiós y una sonrisa amable,
Te dije que quería ir al camerino para colocar el vestuario,
Simplemente haciendo hueco, no hacer un santuario.
Antes de irme a manejarme con mi gran labor,
Me dijiste que te había dejado el espectáculo que tenía en mente, con la miel en los labios de ese sabor.
Te dejé que miraras uno de los siete velos,
Te encantó el color, dijiste que me vería maravillosa,
Yo simplemente dije que tenía una gran caída cuando fueran poco a poco los siete al suelo,
Te los probaste, el verde fue a la cintura y el rojo se quedó en el pelo.
Te los vi puesto y como te dije sabía que te quedaba fenomenal,
Tú me pusiste como excusa que te enseñara a bailar,
Yo sin ningún problema acepté de inmediato y te dejé una caricia en el carrillo,
Y me contestaste que no querías decepcionar al personal,
Yo sólo pude decirte que cada maestrillo tiene su librillo.
No me podía creer tú mucha falta de seguridad en ti misma,
Me respondiste que eras una chica de lo más normal y corriente,
Y lo único que me salió decirte es que además de ser guapa, eres inteligente y valiente.
Según tú decías que no sabías ni cantar, actuar y mucho menos bailar,
Y de mi parte solo pide decir que eres más que espectacular.
Me agradeciste lo mucho que te animaban esas palabras cuando estabas mal,
Y yo estaba encantada de cuando lo necesitaras, subirte la moral.
Nos despedimos yo con la intención de no desanimarte en cada momento o situación,
Y tú halagándome diciendo que mis palabras para ti eran un desaliento y yo un encanto,
Que en ese momento de risas nerviosas, mordida de labio incluido parecía que iba de poco a tanto.

Luimelia en verso #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora