Llegamos a la plaza con una charla de lo más animada, alegres y risueñas,
Habías quedado con tu hermana en la plaza para que me diera de la siguiente actuación las señas,
Ella se fue porque dijo que tenía mucha prisa,
De repente nos quedamos en silencio, como si fueramos sumisas,
Me miraste diciendo que era muy buena amiga, y que gracias a mi encontraste para tu futuro la salida,
Con todos esos piropos y halagos me hacías una mujer muy bendecida,
Sólo nos podíamos quedar nosotras embobadas con las miradas que nos echábamos tan célebres,
Y culminando todo ese agradecimiento más que emocionadas, con un abrazo y una sonrisa tan alegres.
Como ya te dije ayer el número que iba a hacer era un poco anticuado,
Pero eso no te impidió que pegaras papeles en todos los lados,
Que me defendieras de lo arpías y cotillas que era la muchedumbre del vecindario,
Solo porque estabas en cartelera en el tercer mes del calendario,
Con nada de vergüenza, descarada y algún que otro griterío, según la opinión del gentío.
Para decirles las verdades a pleno pulmón, todo esto con clase, tolerancia y educación,
Llegó el momento esperado, la noche de mi tercera actuación,
Tu hermana y tú estabais fuera de la barra, en primera fila sentadas viéndome en un sillón,
En todas las explicaciones que le diste a tu hermana quería saber si tenías razón.
Ese pedazo de show que me marqué al final me dijo que a nadie le había dejado indiferente,
Y que seguro que a la próxima en el King's reuniríamos a muchísima más gente.
