Regresar A Ti

Capítulo 73.

Alma tenía como cinco meses de embarazo cuando León volvió al ataque y quería que tuviéramos relaciones casi todo el tiempo solo nos deteníamos cuando a él ya no se le paraba y perdón por la expresión mi niña pero no hay otra forma de describirlo, y después de casi dos meses intentandolo y haciéndome pruebas a cada semana al fin marcaron positivo, al fin quede embarazada.

A diferencia de alma mi embarazo fue muy complicado, no podía hacer nada, ni un esfuerzo físico y tuve que pasar la mayor parte en reposo, el siempre me humilló y siempre me comparaba con tu mamá, ella a pesar de ya haber pasado por dos embarazos con el tercero parecía tan fresca, casi ni engordo se vestía como reina y tu papá estaba como en el paraíso, ella hacía lo que quería con él  y cuando tuvo a tu hermano unos días fue su encierro pero no lo soporto y según decían las demás vecinas salía todos los días dejando a las tres criaturas en casa solos. Ninguna mujer le duraba como nana porque era insoportable, y menos de sirvientas ya que las trataba peor que esclavas.

Cuando Diego nació fui la mujer más feliz, al fin tendría a alguien que me amaría incondicionalmente y lo podría criar como quisiera el era mi motivo para aguantar todo lo que león me hacía y decía, era mi razón de ser. Según yo haría de mi hijo un niño de bien pues seria yo quien lo educaria y no su papá algo que no sucedió, desde pequeño León lo alejaba de mi y no podía pasar tanto tiempo con él, además mi niño tenía horarios desde bebe para comer y pasar tiempo a mi lado y a mi me sobraba leche ya no sabía ni que hacer con ella, hasta que un día tus padres vinieron a casa y me contaron que a Alma se le había ido la leche y como nuestras haciendas conectaban empecé a darle de comer a Miguel quien estaba desnutrido y los otros dos niños estaban peor.

Empecé a cuidar de los tres pequeños y a darles el amor que no recibían de su madre. A mi pequeño Diego a penas si lo veía aunque el era mi consentido siempre que estaban juntos no podía jugar con él fuera del horario, no podía educarlo porque el había contratado a una nana especial, durante tres años no me volvió a tocar aunque los insultos y humillaciones no pararon y en apariencia eramos el matrimonio perfecto ante todos, Martín se volvió mi amigo y ambos compartíamos el hecho que nuestra pareja no nos prestaba atención, juntos cuidabamos a nuestros hijos y de repente las cosas cambiaron.

León volvió a ser la persona abusiva y grocera que al principio, volvía a humillarme y alejaba cada vez más a mi pequeño. Volvió a usar mi cuerpo a su antojo dejándome embarazada muy rápido, esta vez disfrute más del embarazo y el también hasta que supimos que era una niña. Me decía de cosas y siempre dudaba de que Vico fuera de él porque decía que el solo varones podía tener, cuando nació la pequeña dejó que cuidara de ella noche y día pero no dejaba a Diego acercarse a nosotros y hacia lo imposible porque el también me hablara feo y me tratara como una criada y no como su madre.

Al cabo de unos meses Alma llegó con la novedad de que volvía a estar embarazada, y ante todos volvía a ser la mujer más feliz y hermosa de mundo. Alguien a quien su embarazo era lo mejor que le podía pasar y la envidiaba como no te imaginas y cuando Martín me contó que era una niña supe que si existía el amor verdadero, lo veía en los ojos de él cada que hablaba de la pequeña que esperaban, incluso mandó a construir y a remodelar la casa para que su pequeña tuviera lo mejor, tus hermanos estaban locos por ti y siempre escuchaba hablar de lo maravilloso que sería tener una niña en la familia mientras que a la mía su propio padre la rechazaba.

Pero no sólo del amor y la entrega que profesaba tu padre a hacía tu madre era lo que notaba, también vi que León hacia exactamente lo mismo que Martín, besaba el suelo por donde Alma pasaba, la consentia, le compraba lo que ella pedía, estaba emocionado con tu llegada, y solo cuando hablaba de tu llegada y de los planes que tenían para ti el hablaba de su hija, el resto del tiempo era invisible.

Pasaron dos años y antes de que fuera tu cumpleaños Martín me contó que descubrió que Alma tenía un amante y que según lo que le habían contado ella pensaba huir con el llevándote con ellos, no sabes eso lo volvió loco de dolor pero aun a pesar que su corazón estaba herido pensó en ustedes cuatro y puso todos los bienes que tenían en común con Alma a nombre de ustedes, y me hizo ser su testiga. Todo lo que era de Martín pasó de inmediato a su nombre repartido en cuatro partes, pero a Alma no le parecía que tu su única hija mujer tuvieras lo mismo que los hombres y convenció a León que le regalara un terreno y para que en el futuro tus hermanos no pelearán les dieron una porción a ellos y una más a cada uno de mis hijos, pero tu mi niña serias la dueña mayoritaria del lugar. Esas eran las condiciones, aunque el terreno fuera en apariencia de Ella, yo sería la custodia del lugar hasta que tu pudieras reclamarlo.

Como la familia era muy reconocida hicieron las transacciones en cuestión de días y para cuando llegó tu cumpleaños todo te pertenecía a ti y a tus hermanos, pero alma sabia que si te tenia a ti tenía la fortuna en sus manos y trató de llevarte con ella, ya que ese mismo día se iria con su amante, nunca supe que pasó entre tu papá y ella pero si se que el logro quedarse con todos sus hijos.

El era feliz a pesar de todo y por primera vez pude ver que tus hermanos estaban en paz, incluso tenían una niñera que los cuidaba cuando yo no podía.

El que no era feliz era León, todo el tiempo estaba enojado y se desquitaba con los niños y cuando me arme de valor para defenderlos me golpeó y esa empezó a ser su costumbre, me golpeaba cada que hacía o decía algo que el consideraba incorrecto y se ponía peor si se nombraba a Alma.

Por lo que empecé a sospechar que entre ellos había pasado algo, y con mucha cautela empecé a investigar y en efecto Alma y León habían sido amantes desde antes que nosotros nos mudaramos al pueblo, y durante todos los años que vivimos ahí nos vieron la cara a tu papá y a mi. Y eso mi niña no era lo peor, lo peor fue enterarme que uno de los hijos más pequeños de Alma, tu o Miguel, podría ser de mi marido.