Estoy con rabia. Hace días que no logro cazar ninguna presa. Extraño comer algo de carne fresca, estoy aburrido de roer madera podrida, carne disecada o yerbas. Salgo afuera y cuando no logro hallar nada pego un grito de impotencia, de maldecir mi suerte, pateo el suelo, golpeo las piedras, hago cualquier cosa para sacarme la ira que llevo. Me golpeo la cabeza, tiro una roca y la azoto contra una ladera... ya ni me acuerdo de llorar, tanto he reprimido eso que se olvidó cómo hacerlo.

Camino con frustración, tratando de hablarle a nadie, recriminándome de cosas pasadas y presentes. Llego a la cueva y no tengo ganas más que de tirarme encima de mi lecho, cubrirme y dormir, dormir largo rato y no despertar más. A veces pienso si me voy a quedar para siempre en esta cueva, si no volveré a ver a otro ser humano, cuánto me queda por vivir... a veces me deprimo, pienso en mi pasado que era mejor que esto (bueno, no tan mejor, pero ahora estoy en la más absoluta soledad...). Como dije, quiero olvidar, quiero tirarme y no pensar nada más.

Esto que acabo de contar no es algo tan aislado. Al principio no me daban tantos ataques de melancolía, pero últimamente han sido muchos más. Hay días, sobre todo cuando llueve o hace frío, en que no me muevo de aquí. Ni siquiera me da hambre cuando estoy acostado. O a veces sí, pero me aguanto. Deseo dormir y dormir, no despertar hasta que las cosas mejoren. Cuando estoy deprimido ese es mi único deseo. Quisiera pensar que todo esto es una pesadilla de la que voy a despertar, pero luego me convenzo de que estoy atrapado y no podré salir nunca. Que este es mi final, un final eterno.

A veces me tomo un pequeño sorbo de aguardiente. Un poco, no quiero gastarlo. Si no tengo mi depresión será peor. Pedir ayuda no sirve, si no hay nadie. No quiero pensar nada, voy a dormir...

¡Una serpiente! Entra a mi cueva, no sé qué hago. Tomo una piedra y la azoto contra la bestia. La aturde. Voy y le doy unos cuantos golpes hasta matarla. ¡Comida! Descabezo la serpiente, le saco las entrañas y reparto en pedazos. Un pedazo lo dejo para cocinarlo, el resto le echo sal y los dejo secar. Una bendición en medio de esta hambre.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 07, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

En la cuevaWhere stories live. Discover now