B E T H

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❝Kiss And Make Up❞

Caminé sin prisa directo al interior de la prisión, saludando a algunas personas de Woodbury al igual que de mi grupo. Al llegar a mi celda compartida, Beth se encontraba acostada boca abajo escribiendo en una libreta; hubo un tiempo el cual le pregunté que era lo que hacía pero siempre ponía la excusa de que era algo íntimo. Al poner un pié en la celda, esta levanta la mirada algo sorprendida y rápidamente esconde la libreta detrás de sí.

-Tengo dos noticias, una buena y una mala, ¿cuál primero? -pregunto ignorando su acción para esconder la bolsa blanca que llevo, detrás de mí-.

-La mala -selecciona confundida-.

-Zack murió -hablo sin pelos en la lengua-.

-Eres una insensible -espeta la rubia luego de varios segundos en silencio-, era mi amigo.

-Me dijo que sentía cosas por ti antes del suceso -informo con una mueca-.

-Yo no... -baja la vista jugando con sus manos-.

-Lo sé, por eso no me preocupé.

-¿Por qué te preocuparías? -levanta la vista nuevamente con una ceja alzada-.

-Olvidalo. La buena notícia es que encontré una sección llena de maquillaje y como tú me dijiste que nunca te habías maquillado a tu gusto, te iba a hacer un favor, ¿no lo crees? -hablo con emoción-.

-Oh, claro. Un poco de diversión no nos vendría mal -lanzo la bolsa de productos en el colchón para sentarme frente a la rubia tipo hindú-.

-He deseado tanto ponerme aunque sea un rimel en todo éste largo tiempo, adoraba arruinarme la piel -exclamo cogiendo uno de ellos como si fueran la gloria-.

-Recuerdo cuando iba a salir, papá nada más me dejaba ponerme rubor y un poco de rimel, en cambio mamá, quería que fuera una super modelo -cuenta entre sonrisas, cogiendo rubor y uno de los tantos espejos pequeños esparcidos en el colchón-.

-Yo le robaba un par de labiales y delineadores a mi mamá, ella no era tonta, sabía que lo hacía pero no decía nada, me sigo preguntando porqué.

-Para los padres es más importante ver a un hijo satisfecho y felíz que un objeto material, ¿sabes? -la rubia trataba de pintar sus labios pero no parecía ser buena en ello-.

-¿Te ayudo? -pregunto en tono burlón-.

-Por favor -carcajea-.

Sus labios tenían un tenue color rosado, resaltaba con su pálida piel y hacía una combinación perfecta con sus ojos celestes. Sin prisa y con cuidado trazaba el labial por el labio inferior, en algunas partes me iba de lugar pero al terminar tenía planeado arreglar aquellos detalles casi inexistentes. Pude sentir sus ojos examinarme detenidamente, la tensión se sentía en el aire y la incomodidad empezaba a florecer dentro de mí, su respiración chocaba contra la mía con una diferencia, la de ella era tranquila y la mía entrecortada, deseaba que no se diera cuenta de esa acción.

-¿Qué te pasa? -pregunta con dificultad, procurando no mover sus labios-.

-Nada, ¿por qué? -frunzo levemente el ceño siguiendo por la parte de arriba-.

-No pareces respirar bien, ¿te sientes mal?

-Oh, no, es que... No es nada -respondo con duda-.

-Haré que te creo -murmura desganada-.

Limpio con lentitud las imperfecciones trazando con mi pulgar su piel suave, no pude evitar pensar lo bien que le queda aquel colorido fucsia en sus finos labios pálidos, había probado esos colores fuertes pero me di por vencida al notar que no eran para mí, o al menos yo lo creía así.

La menor se reacomoda en su lugar acercándose aún más a mí, sin embargo yo ya había terminado mi trabajo, por lo cual hice ademán de apartarme y lo hubiera hecho si no fuera una delgada mano en mi cintura. Los ojos celestes de la rubia me examinaban firme y con determinación a la vez, me sentía confusa por su actuar e inevitablemente fruncí el ceño esperando unas palabras claras de su parte. Vi como bajaba la cabeza cerrando sus ojos para luego tragar duro y suspirar, aparentaba estar teniendo un debate mental el cual aumentaba mi incertidumbre por tanto suspenso. Buscando la forma de alejarme, ésta apreta más su agarre y en un movimiento torpe y rápido coge la parte trasera de mi cabeza para impulsarnos hacia delante y tener un choque de caras. Sentí mi pulso volverse loco al caer en cuenta sobre lo que estábamos haciendo, en ese mismo instante la angustia me llenó completa al pensar tan sólo los pros y los contras que conllevaría éste beso, no era la típica persona que se resguardaba por el pensar de los demás, todo lo contrario, mandaba a la otra punta del mundo quien se atrevería a opinar sobre mis cosas personales, pero no podía evitar pensar negativamente.

La tímida y conservadora Beth dio el primer paso, movió levemente sus labios sobre los míos, el momento parecía un sueño, nunca había besado a una chica y por una parte era extraño, aún así no iba a negar que desde hace tiempo traía algunos sentimientos hacia la rubia. Mi brazo izquierdo quedó en el suyo mientras que el otro fue incapaz de moverse, el famoso chasquido de nuestros labios era lo único que se escuchaba en la celda no tan grande, me revolvia la cabeza pensando en que nos podrían escuchar o tan sólo ver pero decidí dejar mi mente en blanco aquel momento para disfrutarlo, sin preocupaciones ni torturas hechas por mí misma.

Por hoy dejaría que la tentación me controle.

🌙   :・тнє ωαƖкιηg ɗєαɗ✧❞ [C A N C E L A D A]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora