J E S Ú S

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❝Coward❞

A

poyo mis manos en el borde el lavabo con fuerza sin importarme el dolor, ya tenía que lidiar con la culpa que sentía en mi interior. Me descargué en un llanto silencioso, apretando mis dientes y entrecerrando mis ojos sin saber que hacer ante la situación. Estaba lastimada física y psicológicamente, tenía temor de volver al lugar el cual logré escapar con ayuda de Sidiqq. Él antes de que huyera, me gritó que fuera a la feria y pidiera ayuda con urgencia, pero no pude ir, porque sabía que sería tarde para cuando volviera, sin embargo no era excusa por no acatar su pedido de auxilio. Estoy tan decepcionada de mí misma, esas personas al igual que mi família estaba allí, luchando por su vida, mientras que yo como la cobarde que era escapé y corrí sin mirar atrás por el miedo que poseía en ese entonces, el miedo que llegué a maldecir con mi alma y supliqué un día que desaparezca de mi vida. Pero no, las cosas pocas veces salen como uno quieren que salga, así que aprendí a convivir con él, hasta el día de hoy, porque ya no aguanto el peso de mis acciones. Estaba decidida a ir al Reino a informarles del suceso, estaba decidida a enfrentar las consecuencias y el dolor de las pérdidas, de las personas que una vez quise y estuve con ellas.

Me separo lentamente del lavabo mirando mi reflejo en el espejo manchado de sangre y suciedad, me daba asco, me daba pena, y por sobre todo, me daba decepción.

Los golpes y gruñidos del caminante no paraban de sonar tras la puerta y aquello me volvía loca, necesitaba paz y silencio, todos lo necesitábamos. Sujeto con ambas manos mi cabeza pensando sin parar en la situación y en la pequeña esperanza de que quizá alguien estuviera vivo. No quería salir de aquel cuarto, el miedo todavía abundaba en mí y me daba coraje, coraje de no poder actuar debido a ese simple pero poderoso sentimiento. Pero ya había dicho, iba enfrentar la realidad de allí afuera por más shockeante que fuera.

Cogo mi cuchillo de mi cadera sintiendo mis manos temblar, doy media vuelta posicionandome frente a la puerta de madera y sujeto el pomo de la puerta con fuerza. El caminante se abalanzó sobre mí mientras sostenía sus hombros huesudos, deslizo con cuidado mi mano izquierda hasta llegar a su cuello y con mi otra mano enterrarle el cuchillo en la sien. El paso estaba libre.

Camino con suma rapidez por el estrecho pasillo de la cabaña llegando finalmente a la entrada y salida. Tomo aire por la boca y corro esquivando a los caminantes quienes ya se encontraban detrás de mí sin tanta ventaja de atraparme para saciar su apetito. Tardaría casi media hora en llegar a mi destino, pero no había más remedio, tenía que seguir sin importarme quedar sin aliento. Hoy no iba a parar, hoy no.

A lo lejos luego de varios minutos veo una colina, el cielo de la mañana se encontraba nublado y parecía deprimido, sabrá la situación que estamos enfrentando, es una posibilidad.

Por mi distracción mi hombro se golpea con el tronco de un árbol, causando que tropiece y caiga de costado. El ardor comenzó a apoderarse de mi brazo izquierdo y no evito cerrar mis ojos con fuerza, sin embargo una voz hace que los abra y me levante automáticamente.

Sidiqq.

Supe que todo se fue a la mierda, y todo por mi culpa y cobardía.

( . . . )

-¡Lo siento!, sé que ahora mismo piensas que soy la persona más horrible con la que te has podido relacionar y yo también lo pienso, no me defenderé de ninguna manera, porque también sé que no existe excusa para justificar mi cobardía, sólo quiero que me perdones a pesar de que suene imposible.

Jesús miraba el suelo con los ojos rojizos, sentía impotencia y debilidad, me tenía rabia.

-Pero... tú podías, Hanna... tú podías hacer algo, podías impedir que esa tragedia pasara, siquiera podías quedarte con ellos a luchar, pero huiste sin pensar en seguir la orden que te dio Sidiqq. ¿Qué hago contigo, eh? ¿Cómo quieres que te perdone? Entiendeme tú a mí, no puedo hacerlo -un suspiro ahogado sale de mis labios mientras desvío la mirada. Todo estaba decidido, si por el bien de ellos tengo que irme de éste lugar, lo haría-.

-Entonces déjame decir... que visitaré a todos, quiero disculparme por mis acciones, aún si no recibo su aceptación. Hoy me iré de Hilltop, no ingresare más a El Reino y Alexandria, seré una carga para todos, seré la causa de una muerte más, y es lo que menos quiero.

-¿Qué? -me observa con incredulidad-. Hanna, estás tomando una decisión precipitada, piénsalo bien. Sí, fue un acto de cobardía, pero no todo cae en ti, no cae en nadie.

Inspiro aire tratando de tragar el nudo en mi garganta. Él tenía razón, pero la culpa no me dejaba, y estaba determinada a acabar con Alpha sin medir o pensar en donde estaba metiendome.

🌙   :・тнє ωαƖкιηg ɗєαɗ✧❞ [C A N C E L A D A]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora