Ahora qué había regresado con Matt, mi vida tiene nuevo propósito ser la mejor persona para alguien más, velar y cuidar de los sentimientos de esa persona. Cuando estaba sóla no me preocupaba por nada en absoluto, y de pronto y sin preguntar tengo una relación, alguien que confía plenamente en mi, y yo que depositare toda mi confianza en él. Ya hacía casi un año, 10 meses exactamente qué me mantenía soltera, por el mínimo hecho de que me centre más en mi y ese es mi plan o mejor dicho era mi plan, no sé cómo coño pasó, pero ahora debo afrontarlo. Busqué una relación que la verdad ni segura estaba de que la quería... Mar de dudas, busca soluciones y acá la única solución es el tiempo, y que él decida; nadie puede actuar en contra del tiempo ni del destino, sólo el actúa en contra o a favor nuestro.***
Voy de prisa a la universidad, ya quiero ver a Alvaro qué se ha hecho alguien tan cercano a mí, quiero que me cuente sobre su viaje con detalles me enloquece saber qué tal estaba España, luego de haberle revelado qué tenía una especie de devoción por conocer más de Europa, sus bellezas estéticas, naturales y culturales. Y para mi sorpresa, él también posee ese tipo de sentimiento contraproducente qué le crea un cosquilleo dentro de sí, una felicidad que le llena el alma y el sentir, una sensación que no tiene precio y ningún valor material pero sí en lo espiritual.
–Hola Lily, ¿Que hay? —Saludé con frescura y tranquilidad, a mi amiga que me mira con cara de... Bueno una cara que no sabría describir.
–Hola, yo bien, todo “NORMAL”. ¿Y tú? —Está vez responde tornando su semblante a uno más discriminatorio y alzando una ceja.
–Ehm, podría saber que tienes en la cara? —Dije con gracia.
–No me haz contado nada, desde que me dejaste en tu casa y te fuiste con tú Matt. —Respondió mi pregunta haciendo unas comillas con sus dedos al pronunciar “Matt”.
–Oh, Liliana. Por Dios, hablas cómo si fuese algo nuevo ¿Recuerdas qué es mi ex? nada fuera de lo normal, todo típico. —Afirmé desinteresadamente, encogiéndome de hombros.
–¿Que es lo típico? —Me respondió desconcertada. –¿No tuvieron sexo verdad? Por favor di que no. —Volvió abrir la boca antes de que yo siquiera pudiera hablar.
–Por Dios, claro que no. Pero ¿Qué hay de malo?
–Ay mi Dios, te falta tanto que aprender. —Dijo rodando los ojos.
–Pues enséñame experta sabelotodo. —Respondí al toque riendo, y haciendo una mueca.
–Amiga, querida, inocente y dulce amiga, ¡ESTÁ PROHIBIDO! Está escrito en la Biblia sagrada de las mujeres, en el manual, o lo que sea. NO TENGAS SEXO CON TU EX. —Respondió con cara de maníaca, haciendo gestos y silabeando la última frase.
–Pero ¿ya somos novios otra vez? —Dije mirándole con cara de loca.
–Sí, ya lo sé pero igual debes cerciorarte si se puede aguantar, saber si él tiene los pantalones para resistirse indudablemente de tus encantos mi hermosa amiga, y saber si es que volvió contigo por urgido. —Dijo sin pelos en la lengua, impertinente siempre, sin importar quien la escuchara.
–Bueno, sí, eso tiene mucho sentido la verdad. —Acepté anonadada por las verdades que me decía.
–¿Ves? ésta sabelotodo, es tú sabelotodo personal querida —Dijo aplaudiendo orgullosa.
–Vale, eres la amiga que todas quisieran y sólo yo tengo.
–Exclusivamente... Sí tanto me quieres invitame un helado pedazo de boba. —Dijo alzando una ceja.
ESTÁS LEYENDO
El destino, ¿querrá juntarnos? ©
RandomEn una vida, normal. Todo cambia, todo puede girar en un abrir y cerrar de ojos y te das cuentas que estás en la cumbre, y debes abrir los ojos para ver las maravillas que tienes en frente. Todos podemos llegar a un punto en que nos sentimos al bor...