My Secretary |Suga And You

Ten- La cena.

-Así que tu eres la novia de mi hijo... -Dijo mirándome de arriba hacia abajo.

-¿Si?, digo... Si, lo soy. -Dije nerviosa con la piel de gallina, ya matenme por favor.

-Venga ya, no estés nerviosa, que si estas con mi hijo es porque de verdad te quiere. ¿De que familia eres?. -Dijo adentrándome en la casa, pasando su brazo alrededor del mio.

-Yo... -No sabia que responder, ni si quiera mi familia es rica para ser reconocida, Dios llevame.

-Ella es de los kim. -Dijo Suga salvándome, aunque yo no distinguía aquella familia.

-¡Los kim!, Vaya... Mi hijo es muy afortunado, la verdad espero que la boda sea pronto. -Dijo ella muy eufórica.

¿Boda?, aun soy muy joven, si mi familia supiera ¿que pensarían?, ¿El querrá casarse conmigo? ¿Seré solo una mas?...
-Yo... Pienso que yo soy la afortunada, su hijo es muy bueno en todo, realmente en todo. -Dije recordando esos momentos de sexo, que ningún otro hombre me había brindado.

-Lo se, la familia nos espera, ¿vamos a la mesa?. -Dijo ella muy sonriente, al parecer pertenecer a la familia kim era realmente bueno.

Que... ¿Familia?, ¿habia mas gente?, haganse para allá, que me voy a suicidar.

-Ya vamos madre. -Afirmo Suga con una gran sonrisa, realmente se notaba feliz.

Antes de que pudiéramos salir a la otra habitación en donde estaba la familia de mi novio, detuve a Suga sosteniéndolo del brazo.

-¿Que pasa?. -Dijo Suga preocupado.

-Es que... Estoy muy nerviosa, no se de empresas, no tengo dinero, y no soy lo suficiente para ti hyung. Deberías conseguir a... -Suga me detuve con un abrazo muy tierno.

-Cuantas veces te tengo que decir que eres tu la que me gusta, no me importa si no tienes dinero, me gustas por lo que eres ¿entiendes?, ¿en cuantos idiomas te lo digo?. -Dijo el muy serio agarrando mi mentón.

-Lo entiendo... Perdón, pero siento que no encajo aquí...

-Sabes que no te voy a dejar ir tan fácil, por que soy egoísta, y te quiero sólo para mi, y mi mundo se derrumbaría si te veo con otro hombre... A la mierda si no encajas, eres mía. -Nos dimos un tierno beso que, de nuevo, me tranquilizó.